Los enviados de la Eurocámara no descartan las ayudas

De hecho, el riesgo de que ambos países tengan que ser rescatados todavía es elevado, como ayer reconoció la comisión de eurodiputados que visitó Madrid para tomar la temperatura a la económica española. «En la actual situación, países como España y Portugal quizás necesiten ahora o en el futuro la solidaridad de otros estados», advirtió el luxemburgués Frank Engel, que advirtió de que no se puede esperar que este apoyo venga de algunos países europeos como Francia o Alemania. «Mejor que esta comisión visite España para analizar la situación económica que dejárselo a Merkel o Sarkozy», apostilló.
Pese a que las dos economías ibéricas están en alerta naranja, el presidente de la comisión, al alemán Wolf Klinz, les dio un voto de confianza. Al Gobierno español le pidió que «dé todos los motivos» y emita un mensaje a los mercados internacionales de que el país «está a la altura y hace todo lo posible para salir de la crisis». Debe destacar «que va en serio a la hora de aplicar las reformas». Sólo de ese modo, advirtió, podrá, igual que Portugal, cumplir con su deseo de no pedir ayuda ni a la UE ni al FMI. Si tuvieran que hacerlo, Klinz aseguró que habría fondos disponibles, ya que la Comisión Europea está presionando a los estados para ampliar el fondo de rescate hasta los 1,5 billones de euros.
Nadie, de todos modos, quiere oír hablar de un posible rescate de España, una economía tan grande que haría tambalearse a la UE al completo. De ahí que haya tanto interés en establecer un primer dique de contención con Portugal para evitar que la riada se lleve por delante a España. Por eso, la comisión subrayó que le interesa «muchísimo» que ambos países tengan éxito a la hora de convencer a los mercados de que están haciendo lo que deben para reconducir su situación; y por eso celebró las subastas de deuda de ayer. Se puede considerar un éxito que la colocasen a un tipo menor al esperado, aseguró Klinz.