Lenguaje

Es imposible poner puertas al campo por Rosa Villacastín

La Razón
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La polémica sobre el derecho a la intimidad y sus límites no es nueva, pero nunca como ahora había suscitado tantas controversias. Lo que demuestra que, pese a lo que dice la Carta Magna de 1978 en el sentido de que no puede haber equívocos en un tema de tanta importancia como éste, los hay por lo difícil que resulta definir con precisión el significado de vida privada y pública, ya que tienen connotaciones muy diversas, dependiendo de las circunstancias particulares y de la época en que se ejerza el periodismo. El límite lo pone cada uno con sus propias actuaciones, aunque no siempre es así, porque son muchas las veces que el personaje no quiere salir en la foto, y sale. Las razones que solemos esgrimir para justificar esta alteración de las reglas es el interés que esa persona despierta. Un ejemplo: la publicación de la foto de Isabel Pantoja en la cárcel no aporta nada al «caso Malaya», pero sí alimenta el morbo de una opinión pública que esta ávida de emociones fuertes. ¿Se podría haber evitado? Por supuesto que sí, como se podrían evitar algunas de sus apariciones en televisión o en revistas, estando imputada en un caso de malversación de fondos públicos. Intentar poner puertas al campo de la información hoy es prácticamente imposible, sobre todo desde que entraron en funcionamiento las redes sociales, por las que circula todo tipo de información sin que se pueda hacer nada por pararlo.