Siria
Los niños sirios en la diana
La ONU insta a detener los crímenes: «Es el deber de nuestra generación»
BEIRUT- Todas las guerras son injustas y no distinguen entre hombres, mujeres y niños… Pero ello no justifica que los menores tengan que ser víctimas de las crueldades cometidas por las fuerzas sirias o rebeldes. Unos 2.000 niños sirios han sido víctimas de la violencia. La ONG Save the Children publicó ayer un incómodo informe con testimonios de niños que relatan que «han sido el blanco de ataques brutales, han visto morir sus padres, hermanos y a otros menores». La locura de la guerra ha robado a estos niños su derecho a la infancia, su inocencia, su alegría, dejándolos con un trauma que podrían arrastrar de por vida. Hace unos meses esta corresponsal estuvo con niños sirios acogidos en una escuela libanesa en Arsal (fronteriza con Siria), donde la mayor preocupación de sus educadores son las secuelas irreversibles. Con sólo 7 años, Marwan vio morir a su padre. En una redada nocturna, las milicias «shabbiha» irrumpieron en la vivienda, la saquearon y ejecutaron a su padre delante de la familia. Save the Children advierte de que «nunca un niño debería ver los horrores que se describen a diario, hay relatos de torturas, asesinatos y terror». Por ello, su director, Justin Forsyth, insta a la ONU a que documente las violaciones a los derechos de estos niños.
Historias atroces como la de Hasan, de 14 años, que vio cuerpos mutilados y perros comiendo partes humanas; o Mohamed, de 17, que tras una manifestación fue arrestado, y como castigo los encerraron y les arrancaron las uñas. También Jalid, de 15 años, fue torturado: encerrado 10 días en su escuela, sin comida, golpeado y colgado del techo por las muñecas. «Uno por uno aplastaban su cigarrillo en mí. Mira, estas son las cicatrices».
Estos relatos deberían haber provocado la reacción de la comunidad internacional y no sólo condenas verbales. Pero hasta ahora no han conseguido trabajar juntos por los intereses de la población siria. Consciente de los continuos fracasos de la ONU y la incapacidad de llegar a una resolución contra Siria en el Consejo de Seguridad, el secretario general, Ban Ki Moon, instó ayer a actuar para detener la crisis en la apertura de la Asamblea General. Ban declaró que poner fin a los abusos de los derechos humanos es «el deber de nuestra generación». Los llamamientos de Ban a detener la violencia sonaron a eco lejano en Siria, que se desangra día a día. Ayer murieron otras 87 personas.
El emir de Qatar propone una intervención militar
El emir de Qatar, Hamad Bin Jalifa al Thani, propuso ante la Asamblea General de la ONU una intervención militar de los países árabes en Siria ante el fracaso de la comunidad internacional. «El Consejo de Seguridad ha fracasado en su intento de lograr una posición eficaz», lamentó el emir. Hamad apeló a las «obligaciones nacionales, humanitarias, políticas y militares» para que los países árabes hagan «todo lo que sea necesario» para frenar la «masacre».
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