Sevilla

Tradición en San Vicente desde hace cinco siglos

De San Bernardo al Baratillo pasando por la calle Feria y Orfila para acabar la noche frente a San Pedro.

La Razón
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SEVILLA- Hay muchas formas de conocer Sevilla. Existen caminos que van de la mano de la gastronomía, de la historia, del mundo de los toros o rutas literarias y musicales. Todas permiten tener una idea más o menos adecuada y se pueden complementar entre ellas.

El Miércoles Santo posibilita también esta forma de acercarse a la ciudad, además de disfrutar de las cofradías que procesionan. Cada una de ellas atesora una historia muy importante y un legado que ha sido trasmitido de generación en generación. Prueba de ello son las hermandades de San Bernardo, Las Siete Palabras, Cristo de Burgos o El Baratillo, entre otras. Acercarse a cada una de ellas permite asistir al desarrollo de Sevilla en los últimos siglos y a cómo se mantiene intacto el sentido de barrio.

En los alrededores de la antigua Fábrica de Artillería, un lugar que aspira a convertirse en un equipamiento cultural, se alza la parroquia de San Bernardo, de la que sale una de las cofradías más importantes. Todo en ella es auténtico y está medido. Sus nazarenos, de elegantes túnicas moradas, pasan de los dos mil y crean una bella estampa cuando cruzan las calles color albero hasta llegar al puente por el que se accede al centro.

Este año, hay una cierta ampliación de los horarios, por lo que la Sed ralentizará su discurrir hasta la Carrera Oficial al igual que el Carmen Doloroso. Una hermandad de reciente creación que se está adecuando, poco a poco, al resto de las que tienen su sede en la calle Feria. De nuevas cofradías a otras que tienen siglos a sus espaldas, como es el caso de Las Siete Palabras, que este año cumple nada menos que 500. Se trata del aniversario de la hermandad sacramental, radicada en la parroquia de San Vicente y una de las más importantes en la Sevilla moderna.

Este año, el paso de Cristo irá acompañado por la banda Esencia, que se estrena como tal en los desfiles procesionales, pese a que la mayoría de su miembros tienen una dilatada carrera musical a sus espaldas. Es una de las cofradías con más historia de la Semana Santa, al igual que la Lanzada, que este año estrena junta de gobierno.

En el otro extremo de la ciudad, en el marinero barrio del Arenal, El Baratillo sale desde una remozada capilla tras unos importantes trabajos que la han renovado. En cuanto a las flores, hay que fijarse en las que llevarán los pasos del Cristo de la Sed y el de Burgos, ambos con lirios tras muchos años en los que el clave ha sido la nota protagonista. Gracia popular y severidad son las pautas de estos pasos.

También hay que prestar atención a la hermandad de Los Panaderos. Después de un otoño en el que han tenido importantes actos como la coronación de la Virgen de Regla, los hermanos de la calle Orfila salen a la calle este año con la vista puesta en la Jornada Mundial de la Juventud, en la que participará el Papa Benedicto XVI. En ese encuentro, que se celebrará en Madrid, se podrá observar el paso de palio de esta dolorosa. Para la ocasión llevará el nuevo manto que estrenó durante su coronación. Es una obra muy interesante de bordado que sustituye al anterior, obra de Victoria Caro, que está realizado a juego con el palio.


RECOMENDACIONES
DÍA DE HISTORIA Y PATRIMONIO

Un día de tránsito entre el arranque de la Semana Santa y las jornadas últimas. Sin embargo, salen a la calle cofradías con una importante historia a sus espaldas y un patrimonio rico y variado.

- Si la noche anterior se ha asistido a la recogida del Dulce Nombre, lo mejor es dormir la mañana para reponer un poco las fuerzas. Al mediodía, puede tomarse una tapa o comer en el barrio de San Bernardo. En este lugar, se asentó el Rey San Fernando para conquistar la ciudad. Sus calles tienen un aire especial que hay que saber apreciar, así como un nomenclátor muy original. No hay que perderse el paso del Cristo de la Salud acompañado por un piquete de soldados de artillería. Cerca, pasan los nazarenos de la Sed, que vienen de Nervión. Se trata de una cofradía relativamente nueva, que se ha convertido en una de las más populosas. Tras ver su tránsito, es recomendable ir con tranquilidad hasta los alrededores de la plaza de San Antonio, de donde sale el Buen Fin. Una hermandad en la que la labor social es uno de los pilares más importantes de su vida diaria. Atención a la banda del paso de Cristo, la Centuria Macarena, que cumple 20 años de acompañamiento musical, y que en la Madrugada llevará el uniforme romano.
- En las primeras horas de la tarde, se puede buscar a La Lanzada, que pasa por la Alameda de Hércules. Se trata de un sitio abierto en el que es fácil ver el paso de los cortejos si no se quieren vivir las tradicionales bullas. Luego hay que ir hasta la Magdalena, por donde pasa el Baratillo. Una hermandad muy vinculada con la plaza de toros, para tomar sitio en la angosta calle Orfila, de donde salen Los Panaderos. Un paso de misterio de los más grandes y con una cuadrilla de costaleros muy especial.
- La noche se deja para ver al Cristo de Burgos. Desde la salida de la Catedral, cualquiera de las calles que se elijan es buena porque tiene uno de los recorridos de vuelta más bellos. Un poco más tarde, y sin apenas gente, se recoge la hermandad de Las Siete Palabras.