Nueva York

Caprile: el mago de la aguja de oro por Clara Courel

La Razón
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Parece mentira, pero –a pesar de que le conozco, respeto, admiro y quiero de toda la vida– nunca había tenido ocasión de visitarle en su maravilloso atelier de costura, situado en el barrio de Salamanca de Madrid. Y, exactamente, encuentro lo que había imaginado. Un espacio decorado con su exquisito gusto, en el que se respira y refleja un espléndido universo repleto de vestidos joya firmados por Lorenzo Caprile, en mi opinión, uno de los grandes magos de la aguja española. Ha vestido a tantas mujeres, famosas y anónimas, que decidirse por el traje más bonito, como él dice, sería imposible. Cuando le pregunto por qué opina que el patrón clásico es el que funciona, me dice: «Creo que lo que ocurrió en el mundo de la moda entre 1925 y 1955 no se ha vuelto a repetir. Fue la era dorada de la costura, en la que se vivió el máximo esplendor de la elegancia, la sofisticación y el patronaje». Y eso te inspiras tú, le pregunto a Lorenzo. «De alguna forma, sí. Intento adaptarme al estilo y físico de cada mujer. Nunca he pretendido ser moderno y creo que hay que escuchar a las tendencias en su justa medida».
En fin, como digo, después de 20 años (en 1993 realizó su primer vestido de novia, para Carla Royo-Villanova), he sido testigo de un auténtico hallazgo: su colección «vintage» de costura. Piezas que Lorenzo ha ido recopilando en tiendas y subastas de todo el mundo y que ahora pretende ordenar y disfrutar. Dice él: «Todo ocurrió gracias a un anuncio por palabras que encontré en este periódico, LA RAZÓN. Alquilaban un local diáfano en El Rastro y decidí que era el lugar perfecto para llevar a cabo mi sueño: ordenar mi colección de vestidos, patrones, figurines, revistas, para que vosotros, los profesionales de la moda, podáis compartirlos conmigo».

por Clara Courel
Periodista especializada en moda

Dónde encotrarlos: Lorenzo Caprile recibe, personalmente, a todas sus clientas en su taller de la C/ Claudio Coello, 20 de Madrid. En la foto, Clara Courel se prueba un diseño «vintage» que el creador ha comprado en Nueva York. Es de raso duquesa y el estampado está inspirado en la porcelana de Delft.
En pocas palabras: el vestido bordado en pedrería que Lorenzo Caprile confeccionó para Silvia Abascal (en la imagen) es una de sus piezas más queridas. «Estaba bellísima en la última Gala de los Premios Goya y para mí fue muy emocionante poner mi granito de arena en su primera aparición pública tras el susto que nos dio con su inesperado problema de salud».