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Francia acogerá a Asia Bibi si sale de la cárcel según la autora de «Blasphme»
Francia acogerá a la cristiana condenada a muerte en Pakistán Asia Bibi en caso de que salga de la cárcel de Sheikhupura donde lleva dos años esperando la ejecución de su condena por blasfemia de la que ella misma se declara inocente, según ha explicado la periodista francesa Anne-Isabelle Tollet, coautora junto a Bibi del libro 'Sacadme de Aquí' (Libros Libres), traducción del original 'Blasphme!', que se acaba de publicar en España.
Anne-Isabelle Tollet presentará este martes en Madrid a las 19,00 horas el libro 'Sacadme de Aquí' en la sede de la fundación de la Santa Sede Ayuda a la Iglesia Necesitada que ha lanzado una campaña de oración por Asia Bibi y por el Ministro de Minorías de Pakistán asesinado hace un año.
Tollet ha asegurado en una entrevista concedida a Europa Press que, más allá del libro, con el que busca que el caso de Asia Bibi tenga resonancia internacional y que se acabe con esta Ley de Blasfemia "absurda", está trabajando también en el ámbito político y, en este sentido, ha negociado con la Embajada de Francia, que, si sale de la prisión pakistaní, se encargará inmediatamente de ella y la trasladará hasta París donde se la acogerá como refugiada política junto a su familia.
No obstante, para ello, primero tendría que salir de la cárcel y lo único que puede lograrlo, a su juicio, es la "presión internacional"pero ha admitido que, aunque cada Estado interpele al gobierno pakistaní, es una situación "delicada"en la medida que el gobierno podría acusar a estos Estados de injerencia internacional.
Sin embargo, esto es lo que hará Tollet la próxima semana en una tribuna dentro del Consejo de Derechos Humanos que se celebrará en Ginebra, donde interpelará al gobierno pakistaní al que le recordará, sin decir exactamente que la Ley de Blasfemia es mala, que en el año 2010 firmó un pacto civil que debe cumplir en el que se comprometió a respetar los derechos humanos y, concretamente el de la libertad religiosa.
En esta línea, ha alertado a los políticos y a las asociaciones españolas para que apelen a la Embajada Pakistaní en España, para que después le sigan el resto de países y así, formar "una cadena"que pueda ejercer presión internacional.
En cualquier caso, no hay fecha para la ejecución de Asia Bibi porque hace año y medio apeló su condena y su dossier aún no ha sido estudiado, según ha indicado Tollet. Este retraso no tiene que ver con la administración pakistaní sino que se debe, según ha señalado, ha que el Gobierno no quiere emitir un veredicto porque si un juez la exculpa, entonces será la vida del propio magistrado la que corra peligro.
Asia Bibi fue condenada a muerte por ahorcamiento y a una multa de 300.000 rupias el 8 de noviembre de 2010 por haber hablado del profeta Mahoma, algo que el tribunal ha considerado una blasfemia. Todo ocurrió un domingo de junio de 2009, cuando, durante un día de trabajo en una cosecha a más de 45 grados de temperatura, Bibi se acercó al pozo a beber agua y utilizó el mismo vaso que empleaban las mujeres musulmanas.
Cuando se disponía a pasar el vaso a otra mujer, otra exclamó que no podía beber de ese agua por ser 'haram', es decir, "impura". Asia Bibi explica que la mujer empezó a decir que ella, cristiana, había mancillado el agua del pozo bebiendo de su vaso y reintroduciéndolo en el pozo varias veces.
Entonces, Asia Bibi decidió "por una vez"defenderse y dijo: "Me da la impresión de que Jesús tendría un punto de vista diferente al de Mahoma sobre la cuestión". ¿Cómo te atreves a hablar por boca del profeta, bestia inmunda?, le contestaron las otras, según cuenta Bibi. Después de esto, afirma que la escupieron, empujaron y tiraron al suelo gritándole "puta"y "sucia".
Así lo relata en el libro la propia Asia Bibi a través de Tollet que para hacerle la entrevista acudió todas las semanas durante dos meses a la cárcel junto al marido de Bibi, gracias al contacto del ministro de Minorías del país, Shahbaz Bhatti, que, poco después, fue asesinado por apoyar a Bibi, al igual que el gobernador de Penjab, Salman Tasser. Asia Bibi no tuvo miedo "en ningún momento"de embarcarse en este proyecto sino que, por el contrario, lo veía como una fuente de esperanza.
Como a la periodista no la dejaban entrar en la prisión, porque la entrevista "no daría una buena imagen del país", ella le trasladaba las preguntas que quería hacerle a Bibi a su esposo y este, al salir, le decía las respuestas. Todo el proceso lo realizaban oralmente ya que ninguno de los dos sabe leer ni escribir.
Según ha recordado Tollet, los pakistaníes sabían que estaba escribiendo y le advirtieron que "más le valía parar"y hasta fueron a su residencia en Pakistán para decirle que parara y ella les dijo que iba a hacerlo, pero publicó el libro en Francia, ahora en España
y próximamente, en EEUU e Inglaterra. No obstante, ha afirmado que, al no vivir en Pakistán, no tenía miedo.
Precisamente, gracias a los derechos de autor de este libro, pueden sobrevivir actualmente el marido y los cinco hijos de esta mujer cristiana, pues, por extensión, aunque no encarcelados, también están condenados a muerte y viven escondidos, teniendo que cambiar de residencia con regularidad, según ha explicado Tollet.
Tollet ha subrayado que los cristianos en Pakistán están "totalmente discriminados", viven en pequeños "guetos"y son considerados "ciudadanos de segunda"aunque sean pakistaníes y no tienen acceso a trabajos en oficinas sino que únicamente pueden dedicarse a ser barrenderos, cuidadores de animales o empleadas domésticas de familias occidentales.
No obstante, la Ley de Blasfemia no sólo afecta a los cristianos sino también, según ha apuntado la periodista, a los propios musulmanes ya que, entre ellos, "el ultraje es mayor". De hecho, ha indicado que, cada semana, un pakistaní, mayoritariamente musulmán, entra en la cárcel por blasfemia.
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