Sin cuartel por Enrique Lacalle

Desde el 11 de febrero, tras la derrota en Pamplona con Osasuna, el Barça ha encadenado nueve victorias consecutivas entre Liga y Liga de Campeones, con lo que ha dejado clara su intención de luchar hasta el final por la Liga en dura pugna con el Real Madrid. Los blancos ya no lo tienen tan fácil, con seis puntos de ventaja y el partido del Camp Nou por jugar. Notan el aliento azulgrana en el cogote, como se dice coloquialmente. Y lo que parecía un paseo se ha convertido en sufrimiento, como lo demuestran los nervios de los jugadores del Madrid, que han llegado últimamente a perder los papeles, muy especialmente los habituales Pepe, Sergio Ramos y Rui Faría.

En el Iberostar Estadi y con diez jugadores, por expulsión de Thiago en el minuto 56, el Barça cumplió su objetivo, 0-2, con goles de Messi y Piqué. El Barça sudó la camiseta, controló el balón, podríamos decir que lo monopolizó, que es una manera práctica de no dejar jugar al contrario.

Sin laterales, Guardiola jugó con tres centrales, con Messi de mediapunta y Alexis de referencia en ataque. El Mallorca jugó al contragolpe, pero no le funcionó. Xavi tuvo descanso con vistas al partido del miércoles contra el Milan y, a pesar de la victoria, se nota cuando no está, pues es clave en las goleadas azulgrana.

Un asunto que habría que mejorar es el césped de muchos estadios, especialmente deficiente en el campo de Mallorca, lo que perjudica mucho a equipos tan técnicos como el Barça o el Real Madrid. Era un auténtico patatal. Y ahora toca Milan, que viene de ganar a la Roma, con dos goles del ex azulgrana Ibrahimovic, y con una mala noticia como es la pérdida de Thiago Silva. Hago una apuesta: tal y como está el Barça en estos momentos, gana el partido en Milan.