El monumento a Juan Pablo II recibe la aprobación de la Junta

Sevilla- Era el último «sí» que faltaba antes de poder iniciar los trámites que desembocarán en la instalación definitiva. La Junta de Andalucía ya ha comunicado al Ayuntamiento su conformidad para que el monumento a Juan Pablo II se ubique en la plaza Virgen de los Reyes, concretamente en el lateral del convento de la Encarnación. Así se lo ha comunicado el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, al concejal de Economía, Gregorio Serrano.
El siguiente paso lo tendrán que dar los promotores de la iniciativa. En concreto, tendrán que registrar en la Delegación Provincial de Cultura la petición formal, para que así pueda ser aprobada por la Comisión Provincial de Patrimonio. Por su parte, la delegación municipal de Urbanismo trabajará para instalar el pedestal que acogerá la efigie, creada por el imaginero Juan Manuel Miñarro.

El portavoz de la plataforma promotora, Francisco Valderrama, mostró su satisfacción por el acuerdo y agradeció las gestiones realizadas por los departamentos municipales implicados: Urbanismo, Cultura y Fiestas Mayores. En relación a la ubicación, justo en el acceso al callejón que termina en la plaza de Santa Marta, Valderrama señaló que cumple con las premisas que siempre ha defendido la plataforma: cercanía a la Catedral y que fuera una zona amplia para que la imagen pudiera ser colocada en altura.

Antes se barajaron otros posibles emplazamientos, como la plaza de la Contratación, la Puerta de Jerez y la calle Adolfo Rodríguez Jurado, colindante a la avenida de la Constitución. Precisamente, esta ubicación no era vista con buenos ojos por la Junta dada su cercanía con la Catedral. De hecho, la Administración autonómica tiene potestad decisoria sobre un radio de 50 metros de un Bien de Interés Cultural (BIC).

Lo cierto es que durante el anterior mandato la iniciativa permaneció en el dique seco, dado el escaso interés mostrado por el Gobierno local, integrado por PSOE e IU. Esta circunstancia contrasta con los trámites que siguió la estatua de la Duquesa de Alba, que contó con los avales del Ayuntamiento y de la Junta. Por lo que respecta al alcalde, Juan Ignacio Zoido, acogió la idea de instalar una escultura del pontífice con satisfacción desde su llegada a la Alcaldía. De hecho, se comprometió a consensuar una ubicación «digna» para el monumento. «La última palabra la tiene el Ayuntamiento, pero no se quiere imponer nada, sino establecer una política de diálogo para que, entre todos, busquemos el sitio digno que merece tener una obra de estas características y de la personalidad a la que se quiere dignificar con ella».
La escultura, tras permanecer expuesta en la sede de Cajasol, reposa actualmente en la Catedral gracias al ofrecimiento del Arzobispado.