Sevilla
Rubalcaba pone en su Ejecutiva al equipo de la derrota socialista
- Elena Valenciano, que dirigió su campaña del 20-N, pasa a ser su número dos, y Patxi López entra con la vista puesta en 2015. - Diez horas de infarto: plantes, órdagos y amenazas durante las negociaciones en la suite 1.002
No hubo integración, al menos la que esperaba el bando perdedor. Pero tampoco, ruptura. Alfredo Pérez Rubalcaba, cierto, hizo una Ejecutiva Federal a su medida, se rodeó de fieles y viejos colaboradores, pero logró que su equipo fuera respaldado por el 80,43 por ciento de los votos, 30 puntos más que los que obtuvo su candidatura a la Secretaría General. La Presidencia del PSOE, que recayó en José Antonio Griñán, le sirvió de coartada para evitar que los «chaconistas» dieran la espalda a la dirección saliente del 38 Congreso Federal. Aún así hubo 168, de los 956 delegados (18,69 por ciento), que votaron en blanco y no faltaron voces que cuestionaron su compromiso de coser cuanto antes las costuras del socialismo, que inevitablemente han saltado en esta nueva batalla por el liderazgo.
En su descargo se puede decir que es una larga tradición en el PSOE que la candidatura que no obtiene la mayoría en un Congreso Federal se ponga a disposición del nuevo secretario general, cosa que no ha ocurrido en este último conclave y que sí pasó en el XXXV, en el que concurrieron hasta cuatro candidatos. En aquella ocasión, José Bono, tras perder por nueve votos de diferencia frente a Zapatero, dio por disuelta su candidatura y pidió el máximo apoyo para el nuevo líder y la dirección que éste configurase: «Pido lealtad hacia Zapatero», fueron las palabras que proclamó entonces el castellano-manchego y que el propio Zapatero recordó el viernes, en la apertura del congreso de Sevilla, para pedir unidad después de elegir al nuevo número uno. También en 2000, el ya ex secretario general hizo una dirección a su medida, como vuelve a diseñar ahora Rubalcaba y con mínimas concesiones a los «chaconistas».
Los afines a la ex ministra que han logrado un puesto en la dirección –menos de una decena– serán vocales sin cartera, a excepción del ya mencionado presidente andaluz. El PSC mantiene, eso sí, su cuota intacta, dos vocalías, que esta vez han recaído en Esperanza Esteve y José Zaragoza, uno de los más implicados en la promoción de la candidatura de Chacón.
Rubalcaba ha elegido a su más fiel colaboradora, Elena Valenciano, para la Vicesecretaría General, un cargo que sólo dos personas antes que ella han ocupado en el PSOE desde la Transición: el todopoderoso Alfonso Guerra y José Blanco, cuyo hombre de confianza, Óscar López, dirigirá la Secretaría de Organización. Entre los 17 secretarios con cartera, hay diez que ya estaban en la anterior dirección y siete que se estrenan. Todos ellos muy cercanos al nuevo secretario general.
Un lugar destacado, como ya informamos ayer, se ha reservado para el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, que ocupará la Secretaría de Relaciones Políticas que un día ostentara Nicolás Redondo en la primera dirección federal de Zapatero. El puesto le permitirá simultanear sus nuevas responsabilidades orgánicas con la Lendakaritza. López ha sido uno de los barones que más ha contribuido al éxito de la candidatura de Rubalcaba, que ha premiado también con la entrada en la nueva Ejecutiva a otros secretarios generales que le ofrecieron apoyo en esta campaña. Es el caso del ya citado líder de los socialistas castellanoleoneses, Óscar López; el de los asturianos, Javier Fernández y el de los gallegos, Patxi Vázquez. Madrid es una de las federaciones que más representada estará en el nuevo sanedrín, pero no con afines al «aparato». Todo lo contrario. Su secretario general, Tomás Gómez, es uno de los más damnificados de este proceso por su pública oposición a Rubalcaba. Y de ahí que los madrileños que están en la nueva dirección sean todos del sector crítico a Tomás Gómez, excepto Maru Menéndez, que repite de vocal. Antonio Hernando llevará la Secretaría de Política Autonómica, Rafael Simancas (Formación) y Jaime Lissavetzky.
Andalucía estará representada por Gaspar Zarrías (Política Municipal), quien más ha contribuido a la victoria del nuevo secretario general en esta federación. Trinidad Jiménez, que ocupará el área de Política Social, es la única superviviente del «zapaterismo pata negra».
Portavoz en el Congreso
Soraya Rodríguez, ex secretaria de Estado de Cooperación, podría ser la nueva portavoz del Grupo Parlamentario socialista en el Congreso. Suena también Ramón Jáuregui, pero la paridad podría decantar la balanza.
La coartada de Griñán
El candidato de la Junta que apoyaba a Chacón fue elegido presidente del partido para dar una sensación de falsa unidad y se la juega el próximo 25 de marzo en las elecciones andaluzas con la corrupción y las encuestas al acecho
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