Crisis económica

Vaticano y economía por Carlos Rodríguez Braun

La Razón
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El reciente documento del Pontificio Consejo «Justicia y Paz» titulado «Por una reforma del sistema financiero y monetario internacional», ha sido jaleado por la izquierda, la misma izquierda que ansía arrasar con la Iglesia Católica. Su entusiasmo es comprensible. El documento censura el liberalismo y el capitalismo y reclama una autoridad pública mundial, un banco central mundial y un impuesto sobre las transacciones financieras. Nada nuevo en la Iglesia y nada original: muchos «socialistas de todos los partidos» se apuntarían. Pero lo desasosegante para el antiliberalismo es que en el mismo documento la Iglesia declara que «la persona no está hecha para servir incondicionalmente a la Autoridad», autoridad «que no puede ser impuesta por la fuerza», y pide «mercados libres y estables». Con razón el padre R. Sirico, presidente del Instituto Acton, subrayó la importancia del diagnóstico vaticano, más que la prescripción. El diagnóstico, en efecto, es notable: mientras que todo el mundo despotrica contra la especulación, el mercado y la codicia, el Vaticano señala al sistema monetario colapsado a principios de los años 1970, alude a los economistas liberales que en los años 1920 advirtieron contra la expansión crediticia, y anota: «La burbuja especulativa sobre los inmuebles y la reciente crisis financiera tienen el mismo origen: la excesiva cantidad de moneda y de instrumentos financieros a nivel global». Bendito sea Dios.