Erdogan contra «los países que defienden las sanciones sin vivir en la región»

Madrid- El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, eligió ayer Madrid para explicar a la Prensa el acuerdo alcanzado con Irán sobre su programa de enriquecimiento de uranio. Tras un maratón diplomático de 48 horas, Erdogan defendió con vehemencia el pacto alcanzado en Teherán y cargó contra las sanciones, «y otras medidas aún más indeseables» como medida de presión. El régimen de los ayatolás enviará a Ankara 1.200 kilogramos de uranio enriquecido al 3,5% a cambio de recibir, en un plazo que podría ser «inferior a nueve meses», 120 kilogramos de uranio enriquecido «para fines civiles». Erdogan declaró que «los conflictos se pueden resolver en la mesa de negociaciones a través del diálogo y de forma amistosa» y destacó la voluntad de diálogo de los iraníes, «que estuvieron sentados en una reunión de 14 horas sin interrupción alguna».El primer ministro turco quiso dejar claro que el acuerdo contaba con la bendición norteamericana y rusa, pero arremetió contra los países que defienden las sanciones «sin vivir en la región» y sin cumplir ellos mismos con la legalidad internacional. La diplomacia turca ha dado un paso de gigante en los últimos meses y se ha instalado como un actor imprescindible en la región.Erdogan reconoció que aún se pueden torcer las cosas, pero aseguró que su país vigilará muy de cerca los acontecimientos. También se refirió a otros países que «sí cuentan con armas nucleares», como Israel, y aclaró que «Irán no las tiene, nosotros tampoco y estamos en el medio». «El derecho de la supremacía es una vergüenza para la humanidad», dijo, antes de rematar que si prevalece la «supremacía del derecho» debe ser para todos los países sin excepción. Turquía participó ayer como país invitado en la cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe en la que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiso dejar claro que el acuerdo con Teherán, aunque «positivo», le parece «insuficiente».