Afganistán

La fricción entre Washington y Pakistán ensombrece la cumbre

La Razón
La RazónLa Razón

CHICAGO- Al presidente Asif Ali Zardari le faltó tiempo para presentarse en Chicago cuando recibió una invitación a última hora de la Administración Obama para la cumbre de la OTAN. De esta forma, Zardari marcó en rojo una reunión bilateral con Obama para elevar su estatura internacional, la cual al final no tuvo lugar. El presidente estadounidense impuso la condición de que Zardari reabriese las rutas de Pakistán a los vehículos de suministros de la OTAN para abastecer a la misión de la Alianza en Afganistán. Pero Zardari se negó a menos que Obama pidiese disculpas por el accidente del 24 noviembre en el que dos docenas de soldados paquistaníes murieron por el ataque de un avión no tripulado. En diferentes ocasiones, desde la OTAN se ha reconocido que fue un accidente. Pero lo quería escuchar de boca del presidente de EE UU. Ante la negativa del paquistaní a la reapertura de las rutas, Obama respondió con que tampoco tenía espacio en su agenda para encontrarse con Zardari, que sí tuvo un tenso encuentro con la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton. Los negociadores estadounidenses y paquistaníes expresaron su optimismo la semana pasada ante la expectativa de poder llegar a un acuerdo. Ayer, los funcionarios de la delegación estadounidense que acompaña a Obama en la cumbre intentaron restar importancia a esa falta de entendimiento. Pero, al margen de comunicados y encuentros con los periodistas, reconocen que este asunto está en la lista de preocupaciones de la Casa Blanca.