Tito Vilanova: De La Masía al Camp Nou

Fueron seis meses en los que compaginó el banquillo con su última etapa de jugador, en la Gramenet. En junio se retiraría por problemas de lesiones. La temporada siguiente continuó al mando del Cadete B hasta que la llegada de Laporta supuso su adiós. Fue una decisión de Sandro Rosell, vicepresidente deportivo de la época. Tras su paso por el Palafrugell, el Terrassa y el Figueres en diversos cargos, de entrenador a director deportivo, en 2007 recibió una llamada que cambiaría su vida. Pep Guardiola, con el que forjó una gran amistad cuando ambos coincidieron en La Masía, le ofreció ser su ayudante. «Tú me completas», le debió de decir Pep. Tenía razón. Luego llegarían los títulos y el inolvidable dedo de «Mou» en el ojo.