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Willy Toledo y otros activistas prosaharauis: «Diputados chorizos»

Lo que hace dos semanas parecía imposible, ayer se logró. El Parlamento español aprobó por unanimidad una declaración de condena, aunque fuera de mínimos, de los incidentes ocurridos en El Aaiún tras el desalojo de un campamento de protesta saharaui.

Libertad con cargos para Wily Toledo por protestar en el Congreso
Libertad con cargos para Wily Toledo por protestar en el Congresolarazon

La izquierda parlamentaria, impulsora del texto inicial, rebajó sus pretensiones; el PSOE se movió de su posición inicial; el PP transigió… y en general todos los partidos se movieron en aras del consenso. Lo contrario para el partido del Gobierno hubiera supuesto una condena más rotunda y firme del Parlamento español al Gobierno de Marruecos, sin el voto del PSOE. Y para IU-ICV, que nadie se sumara a su propuesta que llegaba a pedir hasta la ruptura de los acuerdos de pesca con el reino alauita.

La mañana acabó con unanimidad y gritos de protesta de algunos activistas prosaharauis desde la tribuna de invitados, entre los que se encontraba el actor Willy Toledo. El incidente terminó con una llamada del presidente de la Cámara, José Bono, a los agentes de seguridad para que expulsaran a los manifestantes, les trasladaran a la Comisaría y los tomaran sus nombres «por si estuviesen cometiendo alguna falta o delito». Toledo y otras cinco personas fueron detenidos por «grave alteración del orden público» y trasladados desde la Cámara Baja a dependencias de la Brigada de Información de la Policía, «Sáhara no se vende», «traidores», «diputados, chorizos» y «Sáhara libre», fueron algunos de los gritos lanzados desde la tribuna.

Más allá del incidente, la unanimidad fue posible porque hubo condena a los «incidentes violentos» de El Aaiún –aunque sin atribución específica a Marruecos–, se acordó expresar a las autoridades del reino alauita «la preocupación ante las informaciones sobre violaciones de derechos humanos en el Sáhara» y se solicitó a Marruecos que respete el libre acceso de la Prensa, los observadores independientes y las organizaciones humanitarias, así como su libre circulación dentro del territorio. Y hubo más: la voluntad de «intensificar y profundizar las relaciones con el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui». Este último reconocimiento motivó la llamada inmediata de protesta de representantes del Gobierno marroquí a la portavoz socialista de Exteriores, Elena Valenciano.

El debate de ayer sobre el Sáhara tiene su origen en una interpelación que IU-ICV dirigió al Gobierno y que motivó una propuesta de «máximos» que el PSOE no podía asumir, pues denunciaba la «represión por parte del reino de Marruecos» y una «violación sistemática» de los derechos humanos en los «territorios ocupados» del Sáhara.

Frente a esto, el PSOE ofreció la resolución aprobada por el Parlamento Europeo, pero IU-ICV ya avisó de que le parecía insuficiente. En ese contexto, el PSOE presentó el martes una redacción en la que recogía la condena de los incidentes y añadía otros puntos acercándose al Frente Polisario, cuestionando así la actuación de Marruecos. Así fue como se cerró el texto de consenso, que apuesta también por la «descolonización» del territorio y por la «libre determinación de la voluntad del pueblo saharaui».

Todos los grupos se felicitaron por el acuerdo, si bien el PP dijo que se trataba de una declaración de mínimos, después de la «parálisis» y el «mutismo» del Gobierno. La socialista Elena Valenciano justificó sus reparos a condenar a Rabat por el hecho de que han muerto policías marroquíes. Igualmente, censuró el «apagón informativo».