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La vuelta a los escenarios de Julie Andrews un sonoro fracaso

Julie Andrews, con la actriz protagonista del musical «Mary Poppins»
Julie Andrews, con la actriz protagonista del musical «Mary Poppins»larazon

La actriz británica Julie Andrews había advertido antes de que llegara el día del estreno que su voz ya no era la misma que la había hecho famosa, en declaraciones al diario inglés «The Daily Telegraph». Sin embargo, el público que pagó hasta 161 euros por volverla a oír cantar, esperaba mucho más de la protagonista de «Sonrisas y lágrimas».El O2 Arena de Londres vendió este fin de semana todas las butacas para el espectáculo «Una tarde con Julie Andrews», pero la mayoría de los espectadores no terminó de ver el concierto, ya que abandonaron la sala antes de qu éste terminara. Decenas de personas que se congregaron han pedido que se les devuelva el importe de la entrada. La artista británica se dedicó a cantar algunos números de su conocida carrera, pero sus minutos en el escenario fueron escasos. Desapareció de las tablas durante buena parte de la función, dejando cantar a sus acompañantes, y al final leyó algunas páginas de un libro infantil que ha escrito con su hija. Muchos aficionados protestaron y acusaron a los promotores del recital de engañarles, prometiéndoles algo que sabían que nunca iban a poder cumplir.Apoyo de la críticaLa crítica del citado periódico no es tan dura como lo han sido muchos blogueros, y explica que aunque su voz no tenga ya las cualidades que la volvieron célebre, no ha perdido «su cristalina articulación», y algo más importante, Julie Andrews demostró una vez más tener una «calidez» como artista difícil de imitar. Hace treinta años, la artista fue operada de las cuerdas vocales, desde entonces perdió gran parte de su fuerza a la hora de recitar su famoso «Supercalifragilístico».Entre los famosos que la acompañaron en el concierto, destacaron las actuaciones de Anne Runolfsson, Jubilant Sykes, Kevin Odekirk, Christiane Noll y Stephen Buntrock. El espectáculo fue todo un homenaje a Andrews, el primer acto estuvo dedicado íntegramente a las canciones de Rodgers y Hammerstein y a repasar, a través de proyecciones de vídeo, la carrera de la artista británica tan estrechamente vinculada a los musicales creados por el equipo del compositor y letrista norteamericano.