ANÁLISIS: Acoso agresión miedo y desprotección

- ¿Por qué no denuncian las mujeres a sus agresores?
–Además del miedo, los hijos y otros motivos que se han explicado hasta la saciedad, las víctimas desconocen en buena medida las posibilidades que las administraciones ofrecen para afrontar la vida tras la denuncia. Ahora, según explica la presidenta de Themis, Ángela Cerrillos, se suma además el miedo a ser imputadas ellas también, porque los abogados de los agresores «aconsejan a sus clientes que digan que ellos también fueron agredidos y, como no hay testigos normalmente, acaba condenada ella también».

- ¿Quién controla el funcionamiento de las pulseras?
–Aunque es imprescindible que sea un juez quien determine que una mujer debe llevar el dispositivo, éstos no se entregan en instancias judiciales. Se entregan, previa comprobación del cumplimiento del protocolo, en empresas privadas que tienen un contrato con el Ministerio de Igualdad. Por ejemplo, en Albacete, en el centro de control es Cometa, donde el servicio lo prestan la empresa de seguridad Prosegur y Telefónica.

- ¿Qué hay que hacer para acabar con el problema?
–Es difícil lograr que quien tiene voluntad de matar no asesine, pues esos agresores minusvaloran la vida, incluso la suya, que también arriesgan a veces. Sin embargo, está claro que hay que dotar a las mujeres de auténtica protección y, como dice la presidenta de Themis, insistir en la educación, que está abandonada, porque se educa con el ejemplo fundamentalmente, y recientemente vio la luz un estudio que indica que las chicas jóvenes repiten pautas machistas propias de mujeres que vivieron otras épocas.