Asad bombardea a los refugiados

BEIRUT- Mientras ayer continuaba el goteo incesante de sirios que intentan escapar de Homs por las fronteras del norte de Líbano, las fuerzas de Bachar Al Asad destruyeron el puente que cruza el río Orontes, cerca de la ciudad fronteriza libanesa de Wadi Khaled, para obligar a las familias a retroceder con la única intención de silenciar el horror. Los refugiados en el norte de Líbano se han convertido en la voz de las atrocidades del régimen sirio, y estaba claro que antes o después iban a bombardear las salidas de Siria para inmovilizar a los civiles. La brutal represión de Asad contra la población ha llevado a más de 7.000 sirios a refugiarse en Líbano, según ACNUR. Por otra parte según Médicos Sin Fronteras (MSF),están atendiendo a unas 200 familias sirias que huyeron de Bab Amro en la localidad norteña de Ersal.

Según el coordinador de MSF en el terreno, Helmi Mekaoui, las informaciones que circularon durante el pasado fin de semana sobre la entrada de 2.000 sirios a Líbano «son erróneas». «Entre 2.000 y 3.000 personas intentaron cruzar el sábado por la frontera del norte de Líbano y quedaron atrapadas en tierra de nadie», explicó Mekaoui, antes de agregar que «la mayoría tuvo que regresar a Siria». Según sus estimaciones, sólo unas 34 familias, alrededor de 140 personas, cruzaron a Líbano, y «todavía quedan cerca de 200 personas en tierra de nadie». El Ejército sirio atacó ayer de nuevo la provincia de Deraa, la cuna de la rebelión. Tras la ofensiva terrestre en Homs, el 1 de marzo, las fuerzas del régimen se están preparando para atacar otros bastiones del Ejército Libre de Siria como Hama, y la provincia de idlib, fronteriza con Turquía. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció ayer que en Hama los blindados del régimen «tienen sitiada a la localidad de Tibet al Imam». Un militar desertor apuntó a LA RAZÓN que las tropas sirias «están muy cerca de Idlib, y se espera una ofensiva terrestre inminente» en esta provincia fronteriza con Turquía.