Crisis bancaria

«El plan de Salgado exige lo imposible a las cajas»

La «situación de los mercados de capitales» fue el punto de partida del debate celebrado el día 25 en LA RAZÓN.

Damián Rubianes, director de Mercado de Capitales de Espirito Santo Investment Bank, toma la palabra en la mesa redonda que se celebró el pasado martes en la sede del diario
Damián Rubianes, director de Mercado de Capitales de Espirito Santo Investment Bank, toma la palabra en la mesa redonda que se celebró el pasado martes en la sede del diariolarazon

MADRID- Insuficiente, fuera de plazo, sin percepción de urgencia. El Plan de reforzamiento del Sector Financiero anunciado el lunes por la ministra Elena Salgado y por el cual el Gobierno podrá nacionalizar las cajas que no sean viables, es recibido por los expertos con sorpresa y sin aplauso. Así lo expusieron en una Mesa Redonda organizada por LA RAZÓN y Espirito Santo Investment Bank, sobre la «Situación de los mercados de capitales», que tuvo lugar en la sede del diario en Madrid el pasado martes. La clave, la urgencia de que se tomen medidas. Y es que la fecha de referencia del Gobierno, septiembre, es tardía.

Si bien la presentación del plan vino de la mano de un reconocimiento por parte de Salgado de que es necesario eliminar las dudas de solvencia de estas entidades para que operen con normalidad en los mercados, la pregunta gira en torno a los plazos.

Durante el debate, que fue moderado por Xavier Prats, jefe de Redacción de Economía de LA RAZÓN, Enrique Pérez-Hernández, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, subrayó que «los mercados no pueden esperar otros siete u ocho meses». Además, a su juicio, la percepción es que no se quiere hablar de nacionalización «pero se advierte de que la nueva normativa permitirá al Gobierno entrar temporalmente en el capital de estas entidades», por lo que, entiende, se presenta la intervención del Gobierno como por derivada, «si una caja no es capaz de lograr una recapitalización, que es imposible, en septiembre autorizo la entrada en su capital». En palabras de Enrique Quemada, Consejero Delegado de One to One Capital Partners, «hace un mes el hecho de nacionalizar las cajas hubiera sonado hereje en la política, y hoy es algo de lo que ya se habla y de lo que se quiere hacer uso». Añadió que «el problema es que se sabe pero no se actúa; el Gobierno reconoce que no fluye el crédito a las empresas, que las cajas tienen que lograr una recapitalización pero apuntan a otoño, que es esperar y ya veremos, lanzar un balón fuera, dar una patada». Que es lo que hizo Japón, comparó, entre los años 90 y 97, «dar patadas a un balón hasta crear una economía zombie y es además lo que en España llevamos haciendo tres años».

La lectura de Quemada pasa por detectar que para el Gobierno la inyección de capital en las cajas de ahorros habría supuesto nuevas emisiones de deuda y por consiguiente, una bajada del rating por parte de las agencias de calificación, por lo que, aseguró, se ha debatido por la nacionalización.

Respecto a la cifra que Economía vierte sobre las necesidades de capital en el sistema financiero, 20.000 millones, aunque ya encarece la reforma en otros 10.000 millones, Pérez-Hernández señala que la necesidad de capital básico del sistema financiero en su conjunto es superior y la cantidad apuntada «insuficiente», sea el mercado privado o sea el FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria) el que se haga cargo del saneamiento. «Esquema sorprendente» lanzado desde el ministerio de Economía, que según el profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, responde a que tal y como reconoce el Banco de España, los bancos y cajas se verán penalizados en los mercados mientras no se disipen las dudas por la exposición al sector inmobiliario.

Para el Director del área de Mercados de Capitales del Banco Espirito Santo Investment Bank, Damián Rubianes, «si no existen vehículos adecuados no será posible capitalizar las compañías.