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Pequeños accionistas de Banco de Valencia se querellarán en pocos días

Por ahora se han unido representantes de más de dos millones de títulos

Imagen de la sede de Banco de Valencia en la capital
Imagen de la sede de Banco de Valencia en la capitallarazon

VALENCIA- La Asociación de Pequeños Accionistas del Banco de Valencia presentarán en los próximos días una querella contra el Consejo de Administración de la entidad por las actuaciones que la han llevado a ser intervenida por el Banco de España. Según explicó ayer el abogado de la asociación, Diego Muñoz-Cobo, «se han podido cometer delitos societarios y se formulaban a los accionistas cuentas que no respondían a la realidad».
Por el momento, representantes de más de dos millones de títulos de la entidad se han sumado a la querella, una cantidad muy poco representativa en comparación con los más de 400 millones de acciones con los cuenta. Aun así, Muñoz-Cobo asegura que cada día se suman nuevas personas a la causa. El máximo de representatividad al que pueden aspirar es el 28 por ciento del accionariado, ya que el 72 por ciento restante son grandes accionistas que «podrían ser demandables en un futuro».
Aparte de este proceso, los pequeños accionistas están dispuestos a abrir otro por lo civil contra la consultora que realizaba las auditorías al banco. «Un agujero de 750 millones de euros no se puede pasar por alto de forma no intencionada».
Este proceso, en cambio, tardará más en presentarse, ya que exige un mayor esfuerzo de investigación.
Lo que aun está por determinar es la cantidad que reclamarán los afectados en concepto de reparación de los daños, aunque tampoco están obligados a concretarla para presentar la querella contra el Consejo.
El abogado de la Asociación anunció que antes de que finalice el año se convocará una Junta para todos los pequeños accionistas en la que se les informará de las acciones que van a emprender, para que así puedan decidir si unirse a las mismas o no.
La Asociación se creó hace un año con la finalidad de dar una salida a una cantidad de accionistas que hacía unos tres años que estaban descontentos con las actuaciones de los órganos directivos de la Caja. Muñoz-Cobo explicó que en las últimas juntas de accionistas ya hubo una pequeña representación de los mismos que no aprobaron las cuentas.