OPINIÓN: Qué va a cambiar

El Congreso de la Biblia de la Conferencia Episcopal, que ha tenido lugar en Madrid del 7 al 9 de febrero, ha introducido una dinámica nueva en la Iglesia en España. Por lo general, cuando llegan a su fin este tipo de eventos, uno se pregunta: en adelante, ¿qué va a cambiar? Y al evocar la imagen de obispos y congresistas, presididos por el libro de la Palabra de Dios abierto sobre un atril, todos juntos, a sus pies, como discípulos, viene al punto este pensamiento: ya ha cambiado algo.

No será porque no haya facultades de teología bíblica, cursos de lectio divina, congresos de escrituristas, viajes a Tierra Santa, publicaciones, material didáctico, páginas web. Ciertamente, el que no conoce la Palabra de Dios es porque no quiere, pues medios y oportunidades no faltan. Pero, ¿era todo esto suficiente? ¿y del modo en que se venía haciendo?

El Congreso de la Biblia dará sus frutos. Y a su manera. Seguro que en el próximo Plan pastoral de la Conferencia Episcopal será tenido en cuenta. Y en la labor apostólica de cuantos se han hecho presentes en el Congreso, físicamente u on-line. Pues pastores y fieles han tomado conciencia juntos, en estos días, de que no hay Iglesia sin Sagrada Escritura, pero tampoco Sagrada Escritura sin Iglesia.