Barcelona

La Armada invencible

Rafael Nadal, a la heroica y en un final dramático, proporcionó la quinta Copa Davis al tenis español, tras remontar la desventaja inicial que puso fin a la resistencia de Del Potro (1-6, 6-4, 6-1 y 7-6 (0)), incapaz de derribar el maleficio que persigue a Argentina en la competición.> Nadal, Ferrer, Verdasco, López y Granollers, «el club de los cinco»> España reduce distancias con los grandes: así está el palmarés por países> Rajoy felicita a través de Twitter al equipo español de Copa Davis> Las mejores imágenes de la final de Copa Davis

Nadal ha dado el tercer y definitivo punto a España para ganar la Davis
Nadal ha dado el tercer y definitivo punto a España para ganar la Davislarazon

La vida en un juego. Con 40-0 en contra en el segundo juego del segundo set, Nadal irrumpió en La Cartuja. Después de casi hora y media ante Del Potro, logró una ruptura, salvó una bola de «break» en el siguiente saque y empezó a mandar.

La quinta Ensaladera de España, la tercera suya, la primera de la que es responsable directo, empezó a moldearse. España ganó la Copa ante Argentina con el sello de su jugador más reconocible, del número uno, del referente de un grupo que ya no volverá.

El equipo que ha gobernado la Davis con una autoridad sin precedentes en la era contemporánea –tres títulos en cuatro años– se disuelve. Costa, Nadal, Ferrer, Feliciano y Verdasco vivieron en la festiva noche sevillana sus últimas horas como integrantes de «La Roja». «Es imposible que se repita lo que hemos conseguido juntos», confesó Nadal acompañado por todos los miembros del equipo. Él y Ferrer, los héroes de la final, ejercieron de portavoces de un grupo que se desintegra con un botín de tres Davis y un puñado de partidos memorables. Los compromisos individuales, un calendario sin tregua, los Juegos y alguna apuesta ya agotada tienen la culpa de que la entrega de la Ensaladera por parte de Don Juan Carlos a Albert Costa sea la última foto de un bloque irrepetible.

Rafa fue el protagonista del último capítulo por mucho que Del Potro se empeñara en ilusionar a los suyos con un quinto partido dramático. El argentino tuvo un arranque intimidador (6-1). Pareció un alma en pena a partir de la hora y media en la pista y le resucitaron en el cuarto set. La grada le «dopó». Con 2-1 para Nadal y saque, los hinchas de la albiceleste decidieron intervenir. Era el último y único arma que les quedaba. Sus cánticos dejaron el tenis en silencio. Provocaron un parón de casi cinco minutos. El árbitro habló con los capitanes, con el juez, con el público... A los argentinos les importó poco. Callaron cuando pensaron que «Delpo» podía volver a ser el jugador del primer set. Acertaron. Se enchufó y Nadal se percató de que estaba en una situación nueva para él. Nunca había tenido la oportunidad de cerrar una final de la Davis.

«La gente paró el partido y ahí empecé a sentir la presión», afirmó después. Se la apartó como buenamente pudo. Se sucedieron los «breaks» hasta que Del Potro se encontró con 5-3 y saque para forzar la manga definitiva. Nadal sobrevivió, pero no fue capaz de echar el cierre a la primera oportunidad. Tuvo que llegar el «tie-break» para que llegara el principio del fin. Del Potro, exhausto, no sumó un punto en el desempate. Una derecha de Rafa acabó con su cuerpo sobre el polvo de ladrillo de La Cartuja. Como hace siete años, pero con 47 títulos más, tres Davis incluidas. «Ha sido la mejor forma de cerrar un año complicado. Desde hace un rato, 2011 es mejor de lo que era», afirmó.

La quinta Ensaladera para el tenis español, que Don Juan Carlos entregó a Albert Costa, no ha sido sencilla. Nadal se ha convertido en el héroe, pero la presencia de Ferrer a lo largo del año le ha convertido en imprescindible. Rafa necesitaba una resolución como la que se ha producido. La Davis entraba dentro de la preparación para la próxima temporada. Era una terapia tras un ejercicio duro y en el que ha tenido que asumir lagunas en su juego. Esta Davis es el punto de partida para él y de llegada para un grupo que ya ha dicho hasta siempre.

 


España sumó de esta forma su quinto título en tan sólo once años, desde que en 2000 se conquistara el primer cetro en Barcelona frente a Australia. Cuatro años más tarde, la Cartuja fue el escenario del título contra Estados Unidos. Y en 2008, la 'Armada' dio un paso más al ganar su primer título a domicilio y sin Rafa Nadal en sus filas, precisamente ante Argentina en Mar del Plata. Un año después, la víctima sería la República Checa, que encajó un 'rosco' en el Palau Sant Jordi.