El intercambio de competencias echa a andar «a dos velocidades»

MADRID - La semana pasada se cumplía un año desde la tercera investidura de Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad. En el discurso que dio paso a la votación expuso uno de sus objetivos para esta legislatura: Eliminar las duplicidades entre administraciones. En la Asamblea se creó una Comisión mixta que durante once meses trabajó para escuchar las voces de alcaldes, concejales y consejeros de todos los colores con el objetivo de diseñar un marco de trabajo para eliminar los servicios duplicados entre las diferentes administraciones y darles una única titularidad. Finalmente, hace menos de un mes, el Pleno de la Asamblea aprobó –con el voto a favor del PP, la abstención de UPyD y el voto en contra de PSOE e IU– el dictamen de la comisión de duplicidades, que como medida más práctica abogó por la fusión voluntaria de municipios y la creación de consorcios o mancomunidades para lograr una prestación eficaz y barata de los servicios públicos. Por el momento no se han producido nuevas fusiones o mancomunidades, pero lo cierto es que hay municipios, como los de Alcorcón, Fuenlabrada y Leganés, que ya están en conversaciones para unificar la recogida de basuras.

Encuentros bilaterales
Sin embargo, a otro «nivel» sí que se han realizado avances. Desde el primer momento, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital mantuvieron reuniones bilaterales para llevar a cabo un pacto de eliminación de las competencias impropias de cada administración y la unificación en la prestación de servicios. Hay que tener en cuenta que en la capital vive el 55% de la población de la Comunidad.

La unificación en la titularidad de Metro de Madrid fue el primer acuerdo. Se cerró antes incluso de que Alberto Ruiz-Gallardón se fuera del Ayuntamiento y dicha titularidad fue asumida en un 100% por la Comunidad y supuso un ahorro a las arcas municipales de 140 millones de euros, que ahora asume la región. Y ahora llega el «gran pacto»; un acuerdo que Esperanza Aguirre y Ana Botella firmarán en la Puerta del Sol el lunes y que se hará «a dos velocidades».

Una primera fase se llevará a cabo de forma inmediata y contiene prácticamente los acuerdos en los que empezaron a trabajar las dos administraciones desde antes de la salida de Gallardón. En este primer «tiempo», según ha podido saber LA RAZÓN, se realizará el traspaso de todos los servicios que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad tienen externalizados, cuya gestión es indirecta y que por tanto no requieren de un traspaso de personal público entre administraciones, que era uno de los grandes escollos. De esta manera, pasarán de ser propiedad regional a municipal los 17 centros de mayores que hasta ahora eran de competencia regional, así como el Centro Cultural Pilar Miró, de la Plaza Antonio María Segovia. Botella también «se quedará» con los polideportivos de barrio, como el San Vicente de Pául, que hasta ahora gestionaba el Instituto Madrileño del Deporte. Y por último, asumirá los dos albergues juveniles que tenía la Comunidad y que entrarán en la red de albergues municipales.

Por su parte, Botella traspasará a Aguirre las tres residencias de mayores que actualmente son municipales, los siete BiblioMetros que tenía el Ayuntamiento, los centros de discapacidad, la atención a la drogodependencia, así como la atención telefónica de Urgencias, de tal modo que el 092, teléfono de emergencias de la Policía municipal, será integrado en el 112, que se gestiona a nivel regional.

Tras este primer «empujón», ambas administraciones se citarán en comisiones bilaterales con el objetivo de desarrollar la normativa que les permita llevar a cabo el traslado de personal que requerirá la segunda fase del «pacto de las duplicidades». Una vez se establezca por ley el «puente» para traspasar a los empleados públicos de una administración a otra, Aguirre y Botella terminarán de cumplir el acuerdo. Es decir el traspaso de la ayuda a domicilio, de las bibliotecas (la CAM cederá al Ayuntamiento sus 13 centros) y la polémica fusión del Summa y Samur, que consistirá en que el Samur absorberá al Summa para la atención de las emergencias de la capital, mientras que el Summa atenderá los casos que se produzcan fuera de la ciudad.

LAS ESCUELAS INFANTILES, EN EL AIRE
El único capítulo que no han logrado cerrar Aguirre y Botella (al cierre de esta edición) es el relativo a las escuelas infantiles. El ex alcalde Gallardón era partidario de que fueran de titularidad regional, sin embargo, el borrador en el que han trabajado estos últimos meses, tras el nombramiento de Botella, iba en la otra dirección. Aunque todo apunta que finalmente será el Ayuntamiento quien asuma las 63 con las que cuenta la Comunidad (31 de gestión directa y 23 de gestión indirecta), lo cierto es que, por el momento, esta «duplicidad» ha quedado en el aire.