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En cueros con permiso

Loewe reabre su tienda emblemática en Barcelona con un desfile y fiesta posterior que resulta algo difícil –que no imposible– de superar

En cueros con permiso
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En cueros. Peter Marino se mueve lo mismo por Nueva York que por París con un hábito sadomaso que esconde detrás a un arquitecto de interiores de los que no deja hueco al histrionismo ni a las concesiones gratuitas. Él que es en sí mismo piel y Loewe, que es el ante en esencia, se han unido para dejar boquiabiertos al personal que pasea frente a la tienda de la firma en el Paseo de Gracia de Barcelona. Reinaugurada por cuarta vez, hizo los honores Xavier Trias, alcalde de Barcelona, que andaba mirando la hora para no perderse la tromba de los de Guardiola al Granada. Sin prisa, Helena Rakosnik no perdía ojo de los mantones a mano que cosía a mano una artesana de Sevilla. No es para menos.
Para no dar puntada sin hilo, Stuart Vevers bordó el desfile posterior en la Fundación Tàpies. Si en París ya adelantó la colección de mujer, aquí se lució con el hombre de la mano de Velencoso, Elcacho y cía. Impecable casting. El de «celebrities», también. Que no hay columna para tanta negrita. Lo más «in», las parejas de postín: Ana de Armas y Marc Clotet –simplemente perfectos–, Pastora Vega y Juan Ribó –no se casan, ni se cansan– y Laura Ponte con su Beltrán Cavero de estreno –juntos que no arrimados, prudentes ellos– . Y en esto que uno ve a Marichalar y le quiere dar la enhorabuena por el sarao. Pero una galleta oreo de parmesano se cruza. Canapé obliga.

El Canapero

A examen
Convocatoria: reapertura de la tienda de Loewe en Barcelona.
Dónde: primero, en la tienda. Luego, en la Fundación Tàpies.
Nivel de famoseo: perfecto.
Los canapés: de lo bueno, lo mejor.
Lo mejor: la exposición que montaron en la Fundación Tàpies. En concreto, el artesano de Getafe que elaboraba en directo el Amazona. No menos interesante era el collar con aire vintage de Nuria González.
Lo peor: nada que objetar.
Valoración final: *****


Otros saraos
Nieves Álvarez, una «woman» fatal

Una vez más, a verlas venir. No es que el embajador Delaye reserve el derecho de admisión –faltaría más–. Es la revista «Woman» la que puso alto el caché en su 20º aniversario y dejó a servidor en la puerta. Desde la tapia El Canapero pudo vislumbrar cómo el negro hace aún más interesante a la baronesa Thyssen, la operación «gym» de Manu Tenorio o el arte de Beatriz de Orleans para atender dignamente al que le saluda sin importarle rango ni medalla. Aunque nada como disfrutar de Nieves Álvarez en versión mujer fatal galáctica. A sus pies.


A examen
Nivel de famoseo: algo dispar. Desde Ivonne Reyes a Antonio Asensio con su esposa –impecable–.
Los canapés: a verlas venir.
Lo mejor: la voz de Chila Lynn y y el piano que le acompañaba.
Lo peor: el desacertado «look» de Benarroch. En casa del herrero...
Valoración final: ***