La enésima decepciónde los mercados

MADRID/BRUSELAS- Los especuladores sólo se habían tomado una tregua. Ayer, a la espera del resultado de la reunión entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, el mercado titubeó. Abrió al alza, pero con poca fuerza, para, minutos después, decantarse por las pérdidas y ceder un 1,6%. El Ibex confiaba su suerte a la cumbre entre José Luis Zapatero y Mariano Rajoy. A las 9,35 horas, el principal indicador de la bolsa española hacía el primer mínimo de la jornada –el segundo y último se registró pasadas las tres de la tarde– a la espera de algún acuerdo económico de calado que no llegó finalmente a producirse. La reunión comenzó con el Ibex-35 en 9.569,1 puntos y acabó casi trescientos puntos más arriba (9.865,4). Desde este nivel y hasta después de las comparecencias de ambos, el Ibex tomó el camino de las pérdidas. Bastó que la agencia de calificación de solvencia Moody's pusiera en perspectiva negativa el rating de la deuda soberana de Portugal, advirtiendo de una posible rebaja se nota «Aa2», para que el escenario quedara clarificado. El resultado final no podía ser otro que una nueva jornada negra, que se saldó con una caída del 2,27% y un nuevo mínimo anual en los 9.635,20 puntos. En lo que va transcurrido de año, la bolsa española acumula una pérdida del 19,30%, superior incluso al castigo que ha recibido la bolsa de Lisboa (-17,41%). Atenas ha sido el mercado más castigado por los inversores, con una pérdida de su valor del 24,32%.

Vuelven los temoresLas previsiones de primavera de la Comisión Europea dadas a conocer a primera hora de la mañana mandaron un mensaje mixto a nuestro país. Aunque por una parte mejoraron las proyecciones de febrero al reducir en dos décimas la caída del PIB en 2010, hasta un 0,4%, Bruselas confirmó que España continuará este año como la única gran economía europea en recesión, y saldrá del agujero lentamente hasta crecer en 2011 un 0,8%. El desempleo y la deuda continuarán lastrando la reactivación, aumentando el primero hasta el 19,8% y la segunda hasta el 72,5% en 2011. El déficit aligerará su carga pasando del 11,2% del PIB del pasado año, hinchado por la factura de la crisis, hasta el 9,8% este año y el 8,8% en 2011.A pesar de la fuerte especulación que gobierna los mercados financieros en las dos últimas semanas –la Comisión Europea advirtió ayer de que actuará si no se frena inmediatamente– lo que parece haber quedado claro es que la solución de esta nueva crisis va a depender de las medidas que Zapatero ponga sobre la mesa. La confianza en los fundamentos de la economía española, reforzada en parte por las previsiones de la CE, no basta para frenar a los especuladores. Moody's aseguró ayer al hablar de Portugal que el deterioro de sus cuentas públicas es el reflejo del fracaso de sus gobiernos a la hora de limitar el déficit presupuestario desde que entro en el euro.

Presión contra la deudaComo se ve, tampoco hay similitud con nuestro país, aunque parece claro que la próxima pieza que los especuladores quieren cobrarse es España y, por extensión, el euro. Nuestro país tiene que afrontar vencimientos de deuda por valor de 71.396 millones de euros en lo que resta de año, con un mes crítico, julio, cuando vencen 24.663 millones. Hasta que llegue ese momento, la deuda española va a estar muy presionada en los mercados. Ayer, el diferencial del bono a diez años se amplió con su homólogo alemán: 4,20% el español por el 2,85% de Alemania. Portugal tuvo que pagar ayer cuatro veces más (2,955%) por sus letras a seis meses que en el mes de marzo.