Valencia

«Nuestra misión es mostrar el amor de Dios a nuestros vecinos»

«Nuestra misión es mostrar el amor de Dios a nuestros vecinos»
«Nuestra misión es mostrar el amor de Dios a nuestros vecinos»larazon

«Kiko hizo ayer un sorteo entre las familias dispuestas a irse de misión y los lugares previstos y en el último papel estaba nuestro nombre. Nos ha tocado más que el Gordo, es un regalo del Señor». Así viven Vanessa y Santiago su llamada a reevangelizar a Europa, una decisión que han tomado en familia y que se verá ratificada hoy cuando Benedicto XVI los envíe a anunciar la palabra junto a otras miles de familias del Camino Neocatecumenal. «Es una auténtica bendición, porque eso significa que no respondemos a algo que se nos ha ocurrido a nosotros, sino a una llamada de la Iglesia. Es Cristo el que nos respalda», comenta ilusionada Vanessa. Junto a su esposo y sus dos hijos preparan las maletas para mudarse a Viena, el destino en el que pasarán los próximos años y que ella vive con especial ilusión pues es violinista y como tal es la encargada de afrontar en solitario algunas de las piezas de la orquesta del Camino. Habrá a quien le resulte extraño que unos jóvenes, ambos tienen 31 años, se conviertan en misioneros en uno de los países más avanzados del planeta en lugar de acudir a una región en desarrollo. Sin embargo, su tarea se enmarca dentro del reto de la nueva evangelización, una de las apuestas principales del Papa. «¿Quién no necesita a Dios? En Viena como en Valencia, de donde soy, hacen falta cristianos que con su vida le digan a Europa que se puede vivir el amor de Dios en lo cotidiano, a través de la familia. Es así como tus vecinos se sienten interpelados y descubren a Cristo», explica Vanessa.

Este matrimonio es enviado después de un largo proceso de formación y vida comunitaria, ese itinerario iniciado por Kiko Argüello y Carmen Hernández en 1964 en Madrid y del que ahora son depositarias varias generaciones. «Kiko, Carmen y Mario son ejemplo para nosotros, porque nunca les ves sentados en un sillón ni aburguesados. No paran de defender ese amor de Dios con multitud de iniciativas y proyectos», explican.