Galicia

La alternativa Feijóo

El PP ha implantado en Galicia la enseñanza en castellano, gallego e inglés. Suprime la inmersión lingüística y las líneas educativas diferenciadas 

La alternativa Feijóo
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Entre la inmersión lingüística y los modelos educativos optativos en función de la lengua oficial que prima en la enseñanza hay una tercera vía: el modelo plurilingüista que ha puesto en marcha en Galicia, no sin polémica, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo.

Era una de sus principales promesas electorales y la cumplió nada más llegar a la Presidencia de la Xunta. Feijóo dio carpetazo al modelo de inmersión lingüística en gallego (la Ley de Normalización Lingüística) y alumbró un nuevo decreto basado en el plurilingüismo. Apostaba así por equilibrar las horas de enseñanza en las dos lenguas oficiales en la comunidad autónoma, el castellano y el gallego, y en ir aumentando progresivamente la presencia del inglés en las aulas hasta alcanzar un reparto equitativo.

El decreto, aprobado en mayo de 2010, partía de la base de que «la realidad social europea en la que vivimos, un contexto de globalización y de movilidad laboral, nos sitúa en un espacio de plurilingüismo». En consonancia con éste, continúa el preámbulo de la norma, apuesta por un modelo educativo «que atienda esta necesidad social, posibilitando la capacitación efectiva del alumnado en dos lenguas oficiales y en una o varias lenguas extranjeras».

El nuevo modelo garantiza que los alumnos conozcan tanto el castellano como el gallego a partir del «máximo equilibrio posible en las horas semanales y en las asignaturas impartidas en las dos lenguas oficiales en Galicia».

Además, la apuesta por el plurilingüismo persigue también, según la normativa, el «conocimiento efectivo» de al menos una lengua extranjera.
A efectos prácticos, se obliga asignar «el mismo número de horas a la enseñanza de las asignaturas de lengua gallega y de lengua castellana». Al mismo tiempo, se fomenta que se impartan asignaturas en lengua extranjera, principalmente en inglés, con el objetivo de que «de manera progresiva y voluntaria» los centros educativos puedan llegar a ofrecer «hasta un máximo de un tercio de su horario lectivo semanal en lengua extranjera».

El decreto lingüístico impulsado por el Gobierno Feijóo provocó una protesta multitudinaria en Santiago de Compostela e incluso una huelga general en la enseñanza pública gallega, cuyo seguimiento los sindicatos cifraron en un 90 por ciento y el Ejecutivo autonómico en apenas un 50%. Feijóo aseguró que se trataba más de una pataleta por el resultado electoral que de una protesta contra el decreto lingüístico.