Estupor sanitario por el Dr Bartolomé Beltrán

Las medidas tomadas por el Gobierno en el sector sanitario están poniendo en peligro uno de los más excelentes sistemas sanitarios públicos del mundo. No se atreven a poner en práctica el «copago» y si por lo que sea no tienen el valor de hacerlo les queda una salida airosa y racional. Sería aquella que pusiera en marcha la implantación de «listas negativas» para determinados productos. Porque ya se ríen de nosotros hasta en Italia cuando ven que financiamos todo tipo de productos para síntomas menores, o cómo se dan gratuitamente incluso complementos alimenticios. Lo lógico es que además de implantar las «listas negativas» es que promovieran el autocuidado de la salud, esa decisión responsable de los ciudadanos para que no fuéramos el farolillo rojo de Europa en los medicamentos publicitarios. Que estamos en el tres por ciento cuando los países europeos se mueven en la horquilla del 15 al 18 por ciento. Sólo con sacar de la financiación un 50% de presentaciones de medicamentos para síntomas menores, que son iguales o bioequivalentes al otro 50%, se ahorraría el Estado más de 500 millones de euros al año, no harían daño a nadie y además se daría un respiro a las farmacias. ¿O eso no sería una liberación para las arcas públicas? Pero no. El «zapaterismo» basado en el parche de la inmediatez para solucionar problemas de calado histórico no ha caído en que le quita más votos trastocar a los pensionistas que iniciar el trayecto del copago farmacéutico siempre preservando a los enfermos crónicos y pensionistas.Hoy se está iniciando en el sector farmacéutico un camino sin retorno si no se toman medidas pues ese motor principal de la investigación y desarrollo ha entrado en barrena. Las farmacias están al borde de la ruina y las distribuidoras pasan por una situación insostenible. A todo esto los profesionales sanitarios empiezan a mirar de reojo otras latitudes y dos miembros del Gobierno, mujeres por cierto, la ex ministra de Sanidad, Elena Salgado, hoy vicepresidenta económica endilgó un tijeretazo sin encomendarse ni a dios ni al diablo y ha metido en un callejón sin salida a la eficaz y solvente Trinidad Jiménez . Seguro.