Andalucía bajo fianza por José Luis Fernández Peña

Pese a la recomendación de la vicepresidenta, los socialistas andaluces saldrán hoy a la calle sin vergüenza. IU ha colocado las mullidas alfombras de San Telmo que pisará hoy el presidente Griñán. A los que se nos calentó el pistón profético pensando que el tsunami PP se llevaría por delante al PSOE en Andalucía, se nos quedó cara de Arenas. Los aires reformistas de Rajoy se convirtieron en ventolera al llegar a Despeñaperros y 400.000 andaluces que dieron la mano al Partido Popular en las elecciones generales se quedaron a resguardo tres meses después ante el temor de que el nuevo Gobierno les arrancara el brazo. Una ciudadanía sabia para unos e iletrada para otros quiso establecer un fuerte contrapeso a la voracidad reformista de Rajoy, inédita en gran medida en su programa electoral. El choque de legitimidades estaba servido. Salió de las urnas y habrá que administrarlo con inteligencia, deportividad y responsabilidad. Rajoy sigue en sus trece. Insiste en que le saldrán las cuentas, aunque a los españoles no les salga el sol. Confiemos. El matrimonio de conveniencia andaluz representa un leve suspiro a una izquierda agónica, acogotada por esta política de reformas sin complejos y sin fin. ¿Será un alivio envenenado?
El PSOE en Andalucía, ERES al margen, queda en libertad bajo fianza. De una parte, con la mirada envidiosa y amenazante de un Gobierno central que para llegar a Sevilla tendrá que hacer equilibrios por un angosto desfiladero. De otra parte, con el contrapeso interno de una formación fuerte y asamblearia con una vena radical, capaz de pedir criterio a las bases hasta para ir a comprar el café. Tomemos tila y a esperar.