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OPINIÓN: Libros y cine

La Razón
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Cuando mi buena colega, y gran cinéfila, Rosa Marquina, me anima a ver una determinada película, no hay sombra de duda, merecerá la pena verla. Recientemente me señaló dos títulos que, como profesional de la literatura inglesa, encuentra en notable concordancia con su origen literario y su entorno histórico. Se trata de «Jane Eyre» y «Anonymous». Respecto de la primera, y eludiendo un posible sesudo contraste con cada elemento narrativo de la novela de Charlotte Brontë, cabe decir que capta el vigor del texto y se ve reforzado por una ambientación, fotografía y unos planos de detalle magníficos. La protagonista logra conmovernos, logra encender la semilla de la fuerza, resolución y capacidad de esfuerzo que toda mujer lleva dentro; en la más íntima esencia de nuestra femineidad, todas somos Jane Eyre. ¿Cómo las hermanas Brontë lograron, en mitad de los páramos de Yorkshire, solteronas y aisladas, escribir obras como ésta, y la inigualable «Cumbres borrascosas»? Sin duda el film reproduce lo esencial de la novela. «Anonymous» se nutre igualmente de la literatura inglesa y recrea, y fabula, las circunstancias en torno a la autoría de los textos de Shakespeare y sus relaciones personales más directas. De nuevo el sabor de la vida cotidiana de la época, el entorno de la corte y el teatro isabelino. Los perfiles psicológicos atraen la atención desde el primer momento, sobra efectismo y algo de confusión, pero el entretenimiento está garantizado. No dejan de ser ambas, películas comerciales -desde luego R. Emmerich siempre lo es-; pero prueban que se puede conjugar buena literatura y cine sin aburrir al espectador medio o menos culto. Las interpretaciones son lo mejor en ambas películas.