Protocolo Smiley

El Gobierno pretende convencer a la ciudadanía de que tras el abucheo a Smiley del martes pasado es imprescindible imponer un protocolo para que el pueblo no insulte ¡a los caídos por España! Como en los más tremendos delirios, sigámosles la corriente, no vaya a ser que recaigan en brotes incluso más violentos. Recomendamos desde aquí la modificación por parte de la Real Academia Española de dos interjecciones: «bah» y «uf». La primera dejará de denotar incredulidad o desdén cuando sea dirigida hacia el presidente o cualquier autoridad socialista, en cuyo caso indicará enorme alegría por gozar de la opresión de mandatarios tan abnegados. En cuanto a «uf», sus significados habituales (cansancio, fastidio, sofocación o repugnancia) serán convertidos en sus opuestos, salvo cuando se refieran a gentes de derechas, ya se sabe, esos indeseables reaccionarios y fascistas que no arriman el hombro y que siempre podrán y deberán ser insultados sin recato y sin límite alguno, llamándolos incluso asesinos, y no pasará nada. En cambio, cuando el pueblo diga «uf» con referencia a las perlas progresistas que nos gobiernan, esto sólo podrá significar nuestra enorme alegría ante cualquier logro derivado de la acción política y legislativa, desde la entrega de dinero a terroristas hasta el paro, los impuestos, las multas, las prohibiciones y todo lo que jalona la gloriosa carrera de Smiley y sus secuaces.