ANÁLISIS: Cómo ha sido la experiencia en Alemania por Eugenio Recio

–¿En qué consisten los «minijobs»?
–Se pueden entender como empleos con jornada reducida o a tiempo parcial, con la correspondiente reducción del sueldo. Hay diferentes razones para recurrir a este tipo de empleo: en circunstancias normales puede haber personas que por diversos motivos no quieran o no puedan trabajar la jornada completa, como puede ser por obligaciones familiares o por motivos de salud, como ocurre con las personas mayores; pero en la actualidad el motivo principal es para evitar el paro. Si la empresa tiene que reducir la producción, en vez de eliminar plantilla reduce la jornada y consiguientemente el salario, que en Alemania se completa con un complemento que paga el Estado.

–¿Desde cuándo se aplica en Alemania?
–La ocupación a tiempo parcial ha sido siempre en Alemania una alternativa posible de empleo. Funciona desde 2003 y cuenta con un salario de 400 euros al mes, pero el trabajador no paga impuestos y puede hacer de forma voluntaria aportaciones a los sistemas parciales.

–¿En qué tipo de ocupaciones ha tenido esta modalidad contractual más éxito?
–Son trabajos que por lo general no requieren cualificación. Se suelen acoger a ellos los jóvenes que lo compatibilizan con sus estudios o los parados de larga duración.

–¿Existe en España algún tipo de contrato parecido?
–Sí, los contratos a tiempo parcial. En noviembre se firmaron 24.260 contratos de este tipo, un 13,9% menos que en septiembre y un 20,45% menos que hace un año. En países como Holanda, esta figura contractual está muy extendida, representan un 40% del total, mientras que en Alemania son un 24% y en España representan sólo el 12%.

–¿Cree que es el contrato idóneo para combatir el desempleo?
–Sin ninguna duda. El problema que pueden tener los sindicatos es que piensen que es mejor recibir el desempleo a la remuneración que tendrían los empleados a tiempo parcial, porque siempre tendrían la posibilidad de completar sus ingresos con trabajo sumergido, y esto es lo que de ninguna manera quieren los alemanes que ocurra con su seguro de desempleo.

Eugenio Recio
Catedrático de Economía de Esade