Educación
ANÁLISIS: Una reforma necesaria por Emilio López-Barajas
– ¿Es necesario un nuevo Bachillerato?
–Pienso que sí, por una razón práctica. Sabíamos que al aumentar la enseñanza obligatoria, el fracaso también aumentaría. Es algo paradójico, pero tiene un efecto negativo. Cuando se pierden conocimientos básicos, se produce una rebeldía, una desmotivación y una pérdida de autoestima. Es una ventaja que los adolescentes puedan acceder a un trabajo cuando lo deseen. Y es un error mantenerlos a la fuerza. Debe facilitarse que la enseñanza básica tenga un tiempo razonable. Hay que favorecer la libertad y el ritmo de aprendizaje de cada alumno. Hoy el sistema es demasiado uniforme. Porque algunos que no destacan en el Bachillerato sí que destacan en la universidad. Y algunos que destacan en la universidad luego no destacan en lo profesional.
– ¿Podría mejorar la calidad de la enseñanza?
–La calidad depende de los profesores, en el sentido estricto, pero también de la familia. No creo que sea una varita mágica. La calidad pasa por crear un clima de convivencia en el aula que, en esa frontera entre pubertad y adolescencia, no existe. Uno de los factores es recuperar la autoridad, que no el autoritarismo, con los jóvenes.
–¿Cuál es la asignatura pendiente de nuestro sistema educativo?
–Debemos recuperar el sentido positivo que tiene la Formación Profesional. Es algo ausente en todas las leyes de Educación. Y en general, en la cultura de este país, más humanista y menos tecnológica. Por ejemplo, un graduado de Formación Profesional en Primer Grado de Informática tiene más posibilidades de encontrar trabajo que un ingeniero informático.
Emilio López-Barajas
Catedrático de la UNED
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