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La Generalitat recurre al «cierre de cajas» ante su falta de liquidez
BARCELONA- La situación económica de la Generalitat no es delicada, es «dramática». Elconseller de Economía, Andreu Mas-Colell, anunció hace cuatro días que la Generalitat tendrá que aplazar un 20 por ciento de la paga extra de sus trabajadores, pero la medida –que es inédita– no es suficiente para salir del paso. Mas-Colell desveló ayer que tampoco desembolsará, por el momento, las aportaciones que debe hacer a la Seguridad Social por cada uno de sus empleados. «Este es un cierre de cajas transitorio porque nos lo descontarán. Pero, en fin, servirá para pasar unas semanas, y las tesorerías se gestionan de esta manera», explicó ayer durante una interpelación en el Parlament.
El conseller insiste en que estas medidas son producto de la deslealtad del Gobierno por no transferir los recursos correspondientes a la disposición adicional tercera del Estatut. «En la situación actual, un choque de tesorería de 759 millones llegados a mediados de diciembre es un choque devastador», subrayó durante su intercambio con el diputado de ICV Joan Boada.
Fuentes del departamento de Economía trataron después de rebajar el impacto de las declaraciones parlamentarias de Mas-Colell porque el concepto de «cierre de cajas» remite a la famosa protesta que se hizo en Cataluña en el año 1899, cuando, en plena crisis colonial, muchos comerciantes dieron de baja sus establecimientos para no pagar unas contribuciones que eran más altas en Barcelona que en Madrid. El departamento de Economía explicó que se trata básicamente de un aplazamiento y no de una insumisión unilateral de la Generalitat.
«Estamos negociando con Madrid para hacer lo mismo que hicimos con el pago del IRPF de noviembre y de diciembre. Acordamos que estos pagos los haremos el 20 de enero y con la Seguridad Social queremos hacer lo mismo: aplazar lo que tendríamos que abonar a 31 de diciembre y dejarlo para más adelante», puntualizaron.
El aplazamiento de los pagos de las cotizaciones sociales englobará a todos los trabajadores de la Generalitat (unos 230.000), aunque la administración evitó poner cifras a la cantidad que va a dejar a deber. El presupuesto de 2011 destinado a remuneraciones del personal asciende a 9.649 millones de euros.
En todo caso, podría ocurrir que la Generalitat no cerrara un acuerdo con la Seguridad Social. Siendo así, la administración catalana priorizaría otros ahorros, pero todo está por ver. «Muchas se tendrán que clarificar en los días que vienen. Hay un nuevo gobierno», recordó Mas-Colell.
Durante su intervención, el conseller también quiso excusarse por haber retenido el IRPF de la paga de diciembre a los trabajadores públicos y no haberlo comunicado. «Se tendría que haber informado pero no se hizo. Por tanto, pido disculpas», dijo. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, también se sumó a las excusas.
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