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Recuperar la confianza por Juan MOSCOSO DEL PRADO

La Razón
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Los militantes del PSOE culminamos este fin de semana en Sevilla el proceso democrático que comenzó con la convocatoria del 38 Congreso el 21 de noviembre pasado, al día siguiente de las Elecciones Generales. Un proceso que ha demostrado que a pesar de lo que se dice y, sin duda, de la innegable necesidad de poner a punto nuestra organización para acomodarla a los retos actuales, como partido gozamos de una salud democrática que ya quisieran otras organizaciones. Hemos celebrado cientos de asambleas, medio centenar de congresos provinciales y finalmente el 38º Congreso Federal en el que hoy elegiremos al próximo secretario general. Nadie niega que lo celebramos en un momento en el que nuestro partido vive uno de los momentos más difíciles de la historia reciente, una etapa complicada y con evidentes riesgos.

Los socialistas españoles sabemos que el desgaste producido por algunas de las decisiones adoptadas en el último periodo de Gobierno para evitar que nuestro país fuera intervenido como Grecia, Irlanda o Portugal, medidas adoptadas sin apoyo alguno de una nada patriota derecha, en combinación con la profundidad de la crisis, la incertidumbre que provocan sus dramáticas consecuencias, la rapidísima transformación del reparto de poder político y económico en el mundo, y las derrotas electorales de 2011 en todos los niveles de gobierno –local, autonómico y central–, nos obligan a abordar esta nueva etapa con un compromiso claro de redefinición de nuestro discurso político y de reforma del funcionamiento de nuestro partido para adecuarlo a la sociedad actual y al calibre de los nuevos retos. Un error en esa aproximación podría alejarnos de la posición de centralidad que hemos ocupado desde la transición. Nada haría más feliz a la derecha que esta semana ha demostrado su verdadera voluntad de contrareforma que un PSOE sin rumbo.

Por estas razones en el 38 Congreso estamos obligados a lograr un resultado que garantice un liderazgo y una dirección federal solvente, rigurosa, capaz de asegurar que nuestro partido vuelva a ser de nuevo y cuanto antes una alternativa real de gobierno ante la derecha, es con la derecha con quien competimos para gobernar, así como el foco aglutinador del voto progresista y de izquierdas de todo nuestro país. Un partido que defiende su espacio político por la derecha y por la izquierda.

Por todos estos motivos estoy convencido como muchos otros compañeros de que la persona más adecuada para liderar el partido a partir del 38 Congreso es el compañero Alfredo Pérez Rubalcaba. Alfredo es el candidato que mejor asegura el éxito del viaje que el PSOE va a realizar en este tiempo de riesgos y dificultades. Un tortuoso camino que exige, en primer lugar, realizar una tarea de oposición firme y rigurosa, una oposición útil para nuestro país en un momento de incertidumbre y de profundas transformaciones, y también útil para nuestro partido, para reforzarlo recuperando la confianza de los ciudadanos, y para nuestro proyecto político. Un proyecto político que exige un replanteamiento profundo, redefinición que ya comenzamos a realizar en la campaña de las Elecciones Generales del pasado 20 de noviembre y que debemos realizar durante los próximos meses e incluso años. Debemos replantearnos seriamente cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestro discurso, compatibilizando nuestro discurso social, de cohesión y de igualdad de oportunidades con la apertura a colectivos que nos sienten distantes pero que son algunos de los principales dinamizadores de nuestra sociedad.

En un Congreso crucial como este es inevitable hablar de liderazgo, de equipos, de personas. Alfredo lo ha dicho muchas veces, en el partido encontramos compañeros, no adversarios, que compartimos una inmensa mayoría de objetivos, de principios y de ideales. La profundidad del reto al que nos enfrentamos, desde la perspectiva de lo que debe ser la socialdemocracia en España, en Europa y en el mundo para volver a ser el motor del progreso y del cambio es inmensa, y no podemos abordarla solos desde el PSOE ni en poco tiempo. Los cambios que necesita el partido exigirán tiempo.

Juan Moscoso del Prado
Coportavoz de Rubalcaba