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Lo más progresista por Marta Robles

La Razón
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En el día de la Marcha por la Vida, que una vez más congregará a miles de personas que quieren alzar su voz para preservarla, conviene recordar que, defender el derecho a la vida, no es un compromiso caduco, obsoleto y pasado de moda como pretenden algunos. De entre todos los momentos que el gobierno de Mariano Rajoy puede celebrar desde su llegada al poder, hay uno especialmente memorable y es ése en el que un más que esperado ministro, concretamente el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón para más señas, daba la noticia de que la ley del aborto libre, promulgada por el Gobierno socialista, sería reformada. Que fuera precisamente el ex alcalde de la ciudad de Madrid, a quien de siempre tanto ha respetado la intelectualidad española –autoproclamada de izquierdas, ya se sabe–, quien se atreviera a arremeter con contundencia contra una ley que, como el propio ministro dijo, fue «aprobada sin consenso y con la opinión desfavorable de los órganos consultivos», pero celebrada por la autodenominada progresía feminista, hizo que tal decisión tuviera aún más valor.
Gallardón, para defender su postura, habló de algo tan insólito hasta su discurso como «defender la maternidad» y «apoyar –además de al feto– a la madre», que tantas veces sufría una «violencia de genero estructural» que la podía conducir hasta el aborto.
Su contundencia en el argumento fue tal, que no se tambaleó ni por asomo cuando desde diversos ámbitos le llegaron a acusar de reaccionario. Es más, como toda respuesta a tales ataques, Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, dijo: «Probablemente lo más progresista que yo vaya a haber hecho en mi vida política es defender el derecho a la vida».