Zaragoza

«El polígrafo no mide sentimientos»

Conchita PérezProfesión: polígrafa.Nació: en 1952, en Zaragoza.Por qué está aquí: es la única mujer psicofisiologistaforense profesional de España.

«El polígrafo no mide sentimientos»
«El polígrafo no mide sentimientos»larazon

-Pensar en poligrafía es pensar en «La máquina de la verdad?
-Es un error. Tenga en cuenta que eso era un espectáculo concebido para la televisión. La visión del polígrafo y de los que nos dedicamos a la poligrafía estaba distorsionada.

-¿Por qué?
-En una sesión sólo se puede abordar un tema y no se pueden hacer más de cinco preguntas. En «La máquina de la verdad» lo mismo preguntaban de infidelidad que de drogas...

-... O de sentimientos.
-Exacto, y el polígrafo no mide sentimientos.

-Si hubiesen contado con usted, ¿ya se sabría dónde está el cuerpo de Marta del Castillo?
-Su padre me llamó y hablé con sus abogados. Antonio del Castillo quería que participase en la investigación pero luego cambió de abogado. Y no supe más... Sinceramente, creo que si empleáramos el polígrafo con Miguel Carcaño ya sabríamos dónde está el cadáver y nos habríamos ahorrado mucho dinero y, sobre todo, el dolor inmenso que tienen sus padres.

-En Estados Unidos la prueba del polígrafo está a la orden del día.
-Sí. En concreto, en el caso de los pederastas, el resultado del polígrafo pesa más que lo que pueda argumentar o no el juez. Es más, cuando los pederastas están en libertad condicional, les controla un policía, un psicólogo y cada cuatro meses se deben someter al polígrafo para asegurar que no mienten en su testimonio.

-¿Para qué casos le solicitan más?
-Los clásicos son las infidelidades y los robos en las empresas.

-¿Me puede contar el más apasionante?
-Mire, en una empresa de ocho socios había hasta 24 sospechosos de haber robado. En un día y medio averiguamos quién era el culpable y, curiosamente, era uno de los socios que estaban más a favor de someterse al polígrafo.

-Creería que lo podría engañar.
-Eso es imposible. Es un proceso muy complejo. A una persona, antes de someterse al polígrafo se le hace una prueba de preparación psicológica que se denomina «La Prueba dirigida de la mentira». En ese momento le dejas KO. Eso sí, tengo que decir que los maridos infieles tienen mucha jeta, pero se termina averiguando la verdad.

-¿Sería necesario el polígrafo para saber si nuestros políticos mienten?
-No, su lenguaje corporal y gestual los delata. Los observas y, en ocasiones, ves que se han quedado tan anchos después de decir una mentira... Mienten tanto que hasta se lo creen.