«Merce por favor déjalo no le pegues»

MADRID- En ocasiones los debates políticos en ayuntamientos o parlamentos regionales son muy acalorados, pero lo que sucedió el pasado jueves en Carabaña supera cualquier episodio habitual durante la celebración de un Pleno. La intervención de la portavoz del PP y diputada regional, Nadia Álvarez, durante el turno de ruegos y preguntas fue la mecha que incendió la última sesión de la Legislatura del municipio. Según informaron fuentes «populares», la diputada estaba preguntando al alcalde, el socialista Mariano Arévalo, sobre las cuentas del Ayuntamiento durante el año 2001, una cuestión sobre la que el primer edil consideró que ha dado suficientes explicaciones durante los últimos cuatro años. Todo transcurría dentro de lo normal hasta que la mujer de Arévalo –que estaba presente el Pleno como oyente– recomendó a su marido que expulsase a la portavoz popular con las siguientes palabras: «Échala, que es una hija de puta».
La respuesta de Nadia Álvarez fue inmediata. «¿Aquí quien manda, la mujer del alcalde?», preguntó la diputada encendiendo aún más las iras de la «primera dama», Mercedes Sacedo, que se abalanzó hacia la bancada de concejales del Partido Popular profiriendo de nuevo insultos como «¡hija de puta, te voy a arrancar la cabeza!» o «¡tu madre será la que mande!» mientras lanzaba unos papeles contra la diputada y el primer edil le pedía que se calmase con un repetitivo «Merce, por favor; déjalo, no le pegues».
Finalmente la peor parada de toda esta historia, improperios aparte, fue otra concejal del PP, Amelia Altares, que se cruzó en el camino de la esposa del alcalde y resultó agredida por Mercedes Sacedo. «Al ver que iba hacia ella, me puse yo delante con las manos y me pegó. Estaba muy nerviosa y no podían con ella, a pesar de que el marido, el alguacil y otro concejal del PSOE intentaron separármela», aseguró la edil en declaraciones a Ep.

El Pleno continuó como si nada
Tras la agresión, la concejal llamó a la Guardia Civil, que en pocos minutos expidió una denuncia con lo ocurrido mientras el alcalde volvía a ocupar su sillón y retomaba, como si nada, el Ppleno sin ofrecer ningún tipo de disculpas, aseguraron ayer a este periódico miembros del PP de Carabaña. Altares, por su parte, tuvo que ser atendida en las Urgencias del hospital del Sureste con un esguince en una falange de la mano que tuvo que ser escayolado, según el parte médico de lesiones.

«ESTABA MUY NERVIOSA. NO PODÍAN CON ELLA».
Amelia Altares, concejal del PP en Carabaña, se interpuso entre la mujer del alcalde –el socialista Mariano Arévalo– y su compañera portavoz de grupo y resultó con un esguince de falange. Otra compañera de la oposición, María Luisa Gómez, puso la denuncia