Hacienda
Dar ejemplo
El tesón de un abogado ha conseguido que un tribunal ponga los puntos sobre las íes a Hacienda. El Tribunal Supremo ya había marcado el camino a seguir, pero la Agencia Tributaria había hecho oídos sordos y aplicaba su propio librillo: una reclamación siempre debe conllevar una sanción. Así, el ciudadano que regularizaba religiosamente su deuda con el fisco debía rascarse de nuevo el bolsillo y pagar una sanción. Hacienda lo declaraba culpable de fraude, y punto. A pagar tocaba.
Las cosas, sin embargo, no son así para el Tribunal Económico-Administrativo Regional de Cataluña. En una reciente resolución concluye que Hacienda no puede generalizar las sanciones. Sólo debe aplicarlas si hay intención o voluntad de defraudar. Vamos, que no puede imponerlas por el mero hecho de notificar un error, simplemente porque, como dice el Supremo, nuestro sistema de sanciones tributarias es un sistema subjetivo. La sentencia considera que si un contribuyente es diligente en la respuesta al requerimiento de Hacienda, o éste corresponde a una diferente interpretación de la ley, no puede ser declarado unilateralmente culpable y, por tanto, sancionado. Para imponer una sanción, la Administración debe demostrar la intención de defraudar. No puede aplicarla de forma generalizada y obligada.
Miles de ciudadanos están recibiendo estos días notificaciones de Hacienda. Las que el fisco considere irregulares y deban pagar conllevarán sanciones, porque Hacienda culpabiliza a todos de intento de fraude. Que no tengan intención de defraudar es un motivo nimio que Hacienda obvia. La recaudación es la recaudación. La gran mayoría de ciudadanos pagan porque es caro reclamar y largo iniciar un proceso. No estaría de más, que Hacienda fuera la primera en cumplir la Ley, y dar ejemplo.
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