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Melodías a ritmo de sexo

Varios trabajos analizan el comportamiento de los jóvenes ante las canciones más populares. Éstas, por su alto contenido sexual pueden, según los expertos, provocar que los niños comiencen antes a mantener relaciones 

Melodías a ritmo de sexo
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Cuando Ana tenía 12 años le contaba a su madre que a su amiga Fulanita le gustaba Menganito, pero que éste no la hacía caso porque, en realidad, quien a él le gustaba era ella.
Hoy, la hija de Ana, ante la misma situación le diría algo así como... «Ella se hace la bruta pa' cotizarse /conmigo en frente se hace la gata en celo /Te cotorrea el oido pa' tenerte en alta/Ella muere por ti y tu por mi es que matas/Mientras el te compra flores yo compro condo' (whooo)/Yo estoy loca con mi tigre».

Semejante evolución de la charla madre e hija no se debe sólo a Shakira (cantante del tema aquí reproducido, «Loca»). Son muchos los grupos que en las letras de sus canciones incluyen historias eróticas y alusiones al sexo, lo que puede influir en el comportamiento de los más vulnerables: los niños y los adolescentes.

Estudios anteriores ya mostraron que las letras agresivas aumentaban los pensamientos violentos en los jóvenes. Las mismas reacciones que tenían ante ciertos programas televisivos, películas y videojuegos. Porque según los autores, «los pensamientos violentos despiertan sentimientos agresivos».

Sus gustos

En la misma línea investigaron las actuales canciones que arrasan en las pistas de baile. Fue en la Universidad de Pittsburg, donde analizaron a más de 700 muchachos de entre 12 y 17 años, a los que preguntaron sobre su vida sexual así como sobre sus gustos musicales. De esta forma los científicos averiguaron que aquellos a los que «les iba la marcha» y escuchaban letras subidas de tono dupliacaban las probabilidades de tener relaciones. El trabajo lo publica el «American Journal of Preventive Medicine». Sin embargo, el efecto flautista de Hamelin en versión para adultos sólo funciona con temas que hacen referencia a lo meramente físico, nada de romanticismo, según especificaron los autores del trabajo.

«Hemos demostrado que una excesiva exposición a canciones que tratan sobre actos sexuales degradantes tiene relación con altos niveles de conducta sexual», argumenta Brian Primack, principal investigador del estudio. Según los profesionales, entre los 10 y los 13 años son las edades más vulnerables, porque están en una etapa en la que comienzan a modificar los conceptos de la realidad.

Pero no todos los profesionales están de acuerdo con estas afirmaciones. Manuel Lucas, secretario general de la Academia Internacional de Sexología Médica y presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología (SEIS) explica que «en una sociedad paradójica y oficialmente sexofóbica, estamos llenos de mensajes sexuales, y no sólo en las canciones. No hay medio de comunicación o lugar donde no haya este tipo de mensajes. Así que no creo que los chavales empiecen antes sus relaciones sexuales por escucharlas».

Por su parte, Primack aseguró que, «es necesario precisar los factores que podrían estar provocando semejante incremento de actividad sexual».

Tal vez tengan la clave los compositores, porque las canciones que más triunfan en las listas de ventas suelen ser precisamente las más picantes. Al menos, así, se desprendía de un estudio anterior de la State University of New York, y publicado en el New York Times.