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Alarma en China por el uso de controles de seguridad con rayos X inseguros

Los 528 aparatos de inspección de seguridad por rayos X a los que las autoridades someten desde el año pasado a las bolsas y objetos voluminosos de los pasajeros del Metro de Shanghái son "instrumentos ilegales"que no garantizan el adecuado aislamiento de la radiación, dijo hoy la prensa china.

Al mismo tiempo, se ha dado a conocer que en Shenzhen (sureste), otro de los principales polos económicos del país, también hay 286 aparatos de rayos X que no cumplen con las normas chinas de seguridad y que son potencialmente cancerígenos.


En el caso de Shanghái, han sido las autoridades municipales de protección medioambiental las que han dado a conocer la situación, recoge hoy el propio diario oficial "Shanghai Daily".
En respuesta, la policía ferroviaria, que controla la seguridad del Metro, ha respondido que solicitará las licencias necesarias para las máquinas a lo largo del mes, pero que no detendrán su funcionamiento diario mientras se llevan a cabo dichas pruebas.


Sin embargo, según la ley china, las máquinas de rayos X deben ser analizadas y obtener licencias de utilización segura antes de entrar en funcionamiento, para evitar posibles fugas de radiación. Este tipo de máquinas, similares en principio a las que se utilizan para las maletas de mano en los controles de los aeropuertos de todo el mundo, pueden ser peligrosas por liberar niveles excesivos de radiación y emisiones de ozono y óxido nítrico contaminantes si no cuentan con el aislamiento necesario.


El subdirector de la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái, Chen Jiliang, reveló que ya solicitó a la compañía operadora del Metro, Shanghai Shentong, que sometiera a las máquinas a esos controles cuando se pusieron en marcha, en abril de 2010, para la Exposición Universal de Shanghái 2010.


Shentong lo rechazó porque dijo que no había tiempo suficiente y que había que colocar las máquinas inmediatamente, pero desde entonces llevan un año y medio funcionando sin haber pasado los controles, aunque Chen aclaró que, durante la Expo, se fue comprobando que ninguno de los aparatos tenía fugas de radiación.


Las autoridades policiales aseguran, por su parte, que ya han iniciado los trámites de control de 245 de las máquinas y que el resto estará comprobado para finales de mes. El problema llega en un momento en que el Metro de Shanghái afronta una crisis de imagen tras el choque de dos trenes en su línea 10 el pasado 27 de septiembre que dejó 295 heridos, por una acumulación de negligencias tras años de sucesivos incidentes y fallos de señalización hasta entonces sin serias consecuencias.


Por otra parte, en Shenzhen las máquinas tampoco cumplen con las normativas chinas y pueden aumentar los riesgos de cáncer en niños y embarazadas, más sensibles a la radiación, recoge hoy el diario independiente "South China Morning Post".
Los aparatos fueron instalados también pocas semanas antes de los Juegos Universitarios que la ciudad acogió en agosto, y al igual que en Shanghai, son utilizados a diario por millones de pasajeros.


Mientras el Metro aseguraba que sus emisiones de radiación eran tan bajas que no era necesario pedir permisos, las autoridades medioambientales de Shenzhen constataron que, en las entradas de dos de las estaciones la radiación superaba un microsievert por hora, lo que requiere que los aparatos pasen controles de seguridad.