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El «presi» y la «premier» por César Lumbreras

La Razón
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Por si alguien tenía alguna duda, aquí el que ostenta el poder absoluto es Rajoy, que para eso es el presidente del Gobierno. Lo ha dejado claro en el mes largo que transcurrió desde las elecciones hasta su toma de posesión y, luego, a la hora de nombrar a sus ministros. Durante esta primera semana de su nuevo Gobierno, también se ha puesto de manifiesto que quiere tenerlo todo controlado al máximo. Para eso, sólo delega en la persona en la que ha depositado casi toda su confianza, que es Soraya Sáenz de Santamaría, la «vice todo» (vicepresidenta única, ministra de la Presidencia, portavoz y jefa de los espías porque se ha llevado el CNI), que se ha configurado como una auténtica primera ministra. Estas dos personas son las que mandan en La Moncloa y fuera de ella. En estos primeros momentos están dando muestras de una gran desconfianza, algo lógico con los socialistas, pero no con los suyos. El problema es que eso puede crear un gran tapón. De hecho, es lo que está sucediendo.

Durante ese mes largo hubo muchas reuniones de traspaso de poderes para enterarse de cómo estaban las cosas, pero no se pudieron hacer previsiones porque Rajoy no soltó prenda sobre el nuevo Gobierno, el número de ministerios y sus titulares. Los que iban a ser ministros no lo sabían, lo que impidió que pensasen en sus equipos y provocó que tampoco se preparase la estructura de los distintos departamentos. A fecha de hoy no está cerrada esa estructura. Ya veremos si se hace este viernes. El tiempo dirá si fue acertada la estrategia del gallego mudo al estar callado. Así, a corto plazo, parece que no.