Historia

Barcelona

Vicens Vives «un catalán de España»

La historia ha dado y quitado la razón a muchos pensadores dedicados a desentrañar la idiosincrasia de los acontecimientos. Muchos hallaron sus claves, pero pocos han sido los que han conseguido que sus teorías continúen vigentes en escenarios futuros

Vicens Vives «un catalán de España»
Vicens Vives «un catalán de España»larazon

Jaume Vicens Vives, considerado el padre de la historiografía contemporánea, fue una de estas inusuales figuras: «En la sociedad actual faltan modernizadores e innovadores. Jaume era ambas cosas», aseguró Antonio Garrigues Walker, uno de los ponentes de «Vicens Vives, una visión de futuro», la jornada organizada ayer por la Fundación Grup Set y la Obra Social «la Caixa» con motivo del centenario de su nacimiento y el cincuentenario de su muerte.

Así, intelectuales y políticos desgranaron su programa científico y político, del que, aseguran, hay que rescatar muchas reflexiones. El doctor en Sociología Santos Juliá destacó cuatro: «La necesidad de abandonar los debates metafísicos, poner en valor la historia del siglo XIX, destacar la comparación de España con otros países mediterráneos e identificar los que no son específicamente españoles». Según Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, «Vicens Vives fue uno de los padres de la Transición porque siempre quiso un cambio del Régimen pero no a través de una ruptura».

Relaciones complejas

La relación entre Cataluña y Madrid fue otro de los grandes ejes que guiaron el estudio de Vicens Vives. El catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat Autónoma de Barcelona Borja de Piquer explica que «sirvió de puente entre las dos ciudades. Fue un auténtico catalán de España». De hecho, como cuenta Santos Juliá, «cuando la República es derrotada, entre el exilio, la cárcel y el fusilamiento, el historiador optó por un exilio interior en Barcelona. Allí entra en contacto con un grupo muy influyente de Madrid». Juliá asegura que «tiene un malestar histórico en relación con Cataluña, y es haber confundido la poesía con la historia». Otro de los padres de la Constitución, Miquel Roca, defiende «el catalanismo de construcción de Vicens Vives. Es absurdo seguir hablando de España y Cataluña. Tenemos que construir y, o lo hacemos entre todos, o desaparecemos en este mundo global».

Garrigues se lamentó de que «antes había muchos tipos de contacto entre Cataluña y Madrid que prácticamente han desaparecido. Sólo se habla del asunto autonómico que quema el resto de los ámbitos».

Sobre la responsabilidad de la sociedad civil, otro de los grandes objetos de estudio de Vicens Vives, Garrigues criticó «la falta de acción en nuestro país. Además, no sólo hemos renunciado al diálogo político, sino también al debate en todos los ámbitos». El abogado, que protagonizó uno de los discursos más apasionados, reivindicó para nuestra sociedad muchas de las ideas del historiador adaptadas a nuestra realidad: «La intensidad demagógica e ideológica está demasiado acentuada. La democracia no consiste en que estemos todos de acuerdo», aseguró. Sin embargo, la clase política no fue tan criticada, ya que, según él, «son mejores de lo que aparentan, pero se olvidan de mostrar su papel en la sociedad». A ellos mismos Herrero pidió «objetividad. Hay que someterse a los hechos para poder manipularlos».


«Ante la adversidad, supérate»
Su hija Anna, presente en la conmemoración, destacó «la vitalidad expresiva de mi padre», una cualidad que también subraya Miquel Roca: «Sus escritos moralizaban. La situación en el 52 era mucho peor que ahora, y sus reflexiones sirvieron para orientar a una burguesía catalana que no sabía qué hacer», comenta. «Ante la adversidad, supérate» es una cita suya y, probablemente, la que mejor lo define.