Los Ángeles

Los tatuajes eclipsan a Bullock

Jesse James por fin ha encontrado la horma de su zapato. Se llama Katherine Von Drachenberg, aunque es más conocida como Kat Von D. Es tatuadora y, al igual que él, su espacio televisivo es todo un éxito. La pareja tiene muchas más cosas en común que las que James compartía con Sandra Bullock.

Los tatuajes eclipsan a Bullock
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 La semana pasada asistieron juntos a la inauguración del nuevo espacio dedicado a los tatuajes que Kat abría en Los Ángeles: «Es algo realmente nuevo, a pesar de que conozco a Jesse hace mucho tiempo, desde que tenía 22 años. Hemos sido amigos siempre y esto es algo que definitivamente no esperábamos y es maravilloso», comentó la joven. Era la confirmación oficial de una relación sobre la que se especulaba desde hace meses. Tan sólo han pasado siete meses desde que Bullock decidiera terminar con su matrimonio, después de descubrir las continuas infidelidades del que era su esposo.

La noticia coincidió con uno de los momentos profesionales más felices de la actriz. Y es que 2010 prometía ser el año de Sandra Bullock. En febrero, la intérprete, a la que la crítica siempre había acusado de protagonizar sólo cintas románticas y de poco valor argumental, conseguía su primer Oscar. Sin embargo, la felicidad por este éxito le duró poco. Días después, la Prensa estadounidense se hacía eco de las infidelidades de James, famoso en Estados Unidos por sus programas de motos y mecánica, con Michelle McGee, una striper y famosa tatuadora. El «US Weekly» publicó varias acusaciones que desvelaban los supuestos «affaires» continuos de James con mujeres muy diferentes a Bullock: «Periódicamente publicaba anuncios en internet en busca de chicas calientes, tatuadas y de grandes pechos.

Él ve sus fotos y luego las invita a salir», explicaba una fuente de la publicación. Los medios del país se ensañaron con el empresario y publicaron que había engañado a la protagonista de «Speed» con siete mujeres a lo largo de los cinco años que duró su matrimonio, y explicaron que había ingresado en un centro de rehabilitación para superar su adicción al sexo. Y es que, como comentaron sus compañeros de trabajo, «como Sandra viajaba mucho, él se aburría».

El desencanto matrimonial de Bullock se veía venir. Ni sus gustos, ni sus estilos de vida se asemejaban. Un detalle, el día de su boda, James apareció en el rancho de Santa Barbara, donde se congregaron más de 300 invitados, subido en uno de los enormes camiones que protagonizan su exitoso programa, «Monster». Fue en su plató, entre ruedas gigantes y carburadores, donde la actriz conoció al que ha sido su esposo durante cinco años. Sin embargo, la tosquedad de James contrastaba con la delicadeza de Bullock, que diseñó el anillo con el que le desposó.

Kat Von D es, a primera vista, mucho más afín a James que la intérprete de 46 años. Presenta el programa «L. A. Ink», en el que la tatuadora muestra su habilidad con la aguja, y su cuerpo es una pieza de arte, ya que tan sólo tiene sin tatuar el pecho y el rostro. Al igual que el ex de Bullock que luce orgulloso sus brazos cubiertos de tinta. Los dos son personajes conocidos en su país y han logrado numerosos éxitos profesionales. Él, en el mundo de la mecánica, mientras que ella no sólo triunfa con sus locales de tatuajes y su programa de televisión, sino que también ha creado su propia firma de ropa y, en colaboración con la cadena Sephora diseña una línea de cosméticos. Tampoco ha menospreciado otros proyectos. Ha publicado el libro «High Voltage Tattoo», que refleja el trabajo que realiza en su estudio, del mismo nombre. Los amantes de los tatuajes la consideran una auténtica artista. ¿Será Kat la media naranja de Jesse?