Las últimas puntadas del juicio de Camps y de Costa

Valencia- Retraso tras retraso. Es la tónica que marca el desarrollo del «caso de los trajes» por el que se juzga al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps y al exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa. Se les imputa un delito de cohecho impropio pasivo por supuestamente haber recibido prendas de la trama Gürtel de dos establecimientos de Madrid por valor de 14.021 euros (a Camps) y de 7.325 euros (a Costa).
Para probar si esto es cierto, ambos acusados se han proclamado inocentes, la causa ha llegado al juicio con 56 tomos y 19.000 folios. La Fiscalía pide para ellos una multa de 41.250 euros.
En su análisis, así como en la declaración de unos setenta testigos y una decena de peritos y tras 17 días de juicio parece ser que ahora ya el caso entra en su recta final.
El juicio ha ido perdiendo interés mediático, no sólo por su prolongación, sino también porque esta última semana ha comenzado la fase pericial, más técnica y la que, a priori, contiene los testimonios más imparciales.
La excepción se produjo el pasado lunes con la declaración del chófer y el escolta de Camps cuando era presidente de la Generalitat. Ambos aseguraron que en el verano de 2008 les pidió más de 200 euros prestados para pagar unas prendas de vestir que se compró en Forever Young. Insistieron en que no era la primera vez que lo hacía puesto que «jamás pagaba con tarjeta de crédito». Estos testimonios son claves para apuntalar la defensa del expresidente, puesto que él reconoció que en esta ocasión compró de este establecimiento madrileño, un traje (el que hacía cuatro de esta misma tienda) y un «blazier».
Confirmada la versión del expresidente, el resto de la semana ha tenido varios protagonistas que han estado hablando de lo mismo, de facturas falsas.
Esta es otra de las bazas tanto de la defensa de Camps como de la de Costa. El hecho de que hayan desfilado peritos de la Agencia Tributaria y también el auditor de Forever Young han constatado la existencia de facturas en las que se incluían productos que no se comercializaban en las tiendas de la trama. Eso sí, han constatado que el flujo de dinero entre Orange Market y Forever Young o Milano existía, por lo que sí se realizaban pagos. También han incidido en que no hay documentos que certifiquen esos pagos a Camps o a Costa.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular insisten en que se pueden relacionar los citados pagos con regalos a los acusados. El jurado tendrá que decidir qué argumento es más creíble.

Entre la hostilidad y la competitividad
Hay tensión, sarcasmo y alguna que otra pulla entre los abogados, especialmente el de Camps, Javier Boix, y el magistrado presidente Juan Climent. En realidad es duelo de mentes brillantes, curtidas en miles de batallas y conscientes de que ante un juicio con jurado popular todo cuenta. Boix consigue cada día sembrar dudas sobres las exposiciones que hace la acusación y Casanueva, el letrado de Costa, dispara con precisión. Para que no haya dudas.