España

El toro exótico

La Razón
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Apesar de que el mundo del toreo está rodeado de controversia, nadie puede negar que su estética es realmente inspiradora. Fuera de nuestras fronteras carece de connotaciones negativas y lo que se evoca es la iconografía nacional, representa a España. Tiene un punto de exotismo, habla de color, de flamenco, de los bordados... Cuando un diseñador quiere hacer una colección barroca piensa en España, igual que si pretende hacer algo más sobrio tiene en mente Japón. Son códigos estéticos. Recuerdo que cuando trabajaba en Lacroix teníamos en los paneles alguna imagen goyesca porque es un mundo inspirador. La silueta del torero es muy interesante: el cuerpo está ajustado y la chaqueta tiene mucho empaque, como si fuese una armadura. Además, como los años 70 son tendencia, muchas de las prendas que utilizan los diestros están ahora mismo en voga, como el pantalón ajustado tipo leggin y las manoletinas. Y es algo comprensible porque el traje de torero es muy viril y masculino pero, a la vez, posee elementos de la estética femenina: resalta el busto, alarga la pierna y contiene muchos bordados. La particularidad del desfile que ayer presentó Moschino en Milán es que tenía un punto muy ochentero, no sólo por los estampados, sino también por el uso de aplicaciones metálicas. En todas sus variantes, la estética taurina sobre la pasarela es muy recurrente y creo que cualquier referencia a España en «fashion weeks» como Milán y París supone algo positivo para nosotros.