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El caso del psicópata copión

Ruth Rendell presenta la desasosegante novela policiaca «Trece escalones»

El caso del psicópata copión
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En «Trece escalones», un narrador exterior omnisciente que sabe tanto como los protagonistas permite a Ruth Rendell inmiscuirse en sus mentes y mostrar al lector sus más oscuros pensamientos. Si a ello añadimos un psicologismo de tipo funcional centrado en la psicopatología de la mente criminal y el bucle obsesivo del resto de actores de «Trece escalones», el resultado es una novela de suspense ciertamente desasosegante. El recurso de relatar la acción a través de las distintas mentes de los personajes es el adecuado para implicar al lector en su mundo subjetivo y crear una atmósfera psicótica que cuadre con el delirio de la mente criminal y la compulsión enfermiza del resto de personajes que se entrecruzan, cada uno con su pasión amorosa desencajada y sus vidas vulgares.


Suspense psicológico
Ruth Rendell ha conseguido justa fama gracias a su capacidad para renovar la novela policíaca inglesa con un suspense psicológico que, como el de Patricia Highsmith, hubiera sido muy del gusto de Alfred Hitchcock. El director inglés creaba el suspense no dilatando el descubrimiento del asesino, sino desasosegando al espectador informándole de los peligros que se ciernen sobre los protagonistas. Ése es también el estilo de Rendell: involucrar al lector en el mundo sórdido y obsesivo de unos personajes con los que nadie simpatizaría ni lograría identificarse. Porque todos ellos son dignos de figurar en el museo de los horrores, incapaces de inspirar piedad o, al menos, un retortijón moral. De hecho, lo que Rendell sugiere es que, en su mundo literario, no hay resquicio para la bondad, el altruismo o la compasión. Hay, eso sí, un asesino obsesionado con una modelo y con un famoso asesino en serie. Un «copycat» con delirios de grandezas que se identifica con «El estrangulador de Rillington Place», pero cuyo dislocado mundo interior, fijaciones y delirios son tan anodinos que sólo difieren en grado del resto de los personajes. Unos seres hoscos y con un sesgo paranoide no muy distinto de esta mente desequilibrada de quien Rendell va mostrando sus motivacionesn y miedos con la meticulosidad de un forense. Ésa es su maestría, dotar a este tipo de novelas de intriga de un tono crepuscular, enfermizo y agónico.


Sobre el autor
Es una de las grandes creadoras de suspense psicológico dentro de la tradicional narrativa policíaca inglesa
Ideal para...
quienes gustan de las novelas criminales con mundos sórdidos y unos personajes mentalmente desequilibrados
Un defecto
Cierta artificiosidad en la trama, pues llega a resultar, al final, inverosímil
Una virtud
Su capacidad para indagar en la mente del asesino
Puntuación: 6


«Trece escalones»
Ruth Rendell
Umbriel
384 páginas. 17 euros.