San Sebastián

La tensión aumenta en Callao

Lissavetzky cuestiona que Trinidad Rollán vaya a seguir como «dos» del PSM / Rectifica así a Tomás Gómez, que la ampara pese a la condena por prevaricación

La condena a Trinidad Rollán ha reabierto las viejas heridas de las primarias entre Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky
La condena a Trinidad Rollán ha reabierto las viejas heridas de las primarias entre Tomás Gómez y Jaime Lissavetzkylarazon

Para Tomás Gómez prevaricar no debe ser un delito y, además, considera que hay varios tipos de Justicia, unas mejor que otras. A la vista de sus declaraciones durante la convención municipal del PSOE de San Sebastián de los Reyes celebrada ayer, el líder del PSM parece que no considera «culpable» de un delito de prevaricación a su «número dos», Trinidad Rollán, ni al resto de concejales de Torrejón de Ardoz condenados a ocho y siete años de inhabilitación por el TSJM. «A la gente inocente la defendemos», dijo, dejando en entredicho el fallo del TSJM que sí considera que tanto la ex alcaldesa de Torrejón como el resto de ediles incurrieron en un delito de prevaricación cuando firmaron en 2001 un convenio para la construcción de viviendas sociales en el municipio.

Además, Gómez anunció que los condenados «van a ir al Tribunal Supremo a buscar una mejor Justicia». El secretario general del PSM se volvió a amparar ayer en que la sentencia que le ha dejado sin su «mano derecha» para las elecciones del 22 de mayo no hablaba de ningún delito de corrupción. «En este partido no cabe nadie que sea corrupto», sentenció. Para los prevaricadores, sin embargo, parece que sí hay espacio. Pero la contundencia con la que actuó el pasado viernes al anunciar que mantendría a Rollán como secretaria de Organización de la Ejecutiva regional, parece tambalearse por momentos. Durante los últimos dos días, han sido muchos los diputados y militantes del partido madrileño que han criticado la inoportuna «cabezonería» del candidato a la Presidencia de la Comunidad. Consideran que la permanencia de Rollán en el cargo será un gran escollo de cara a la campaña electoral y un «blanco» demasiado obvio al que los rivales tirarían dardos constantemente.

Y si dentro del PSM la decisión de su líder ha sido cuestionada, a la Ejecutiva federal el asunto no le ha hecho mucha más gracia. Ferraz habló claramente al día siguiente de conocerse la condena a Rollán y dijo que no iría en las listas de las próximas elecciones autonómicas pero ayer, el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, dejó caer que la permanencia de Rollán en la Secretaría de Organización del PSM no era tan firme como se creía y aún hay que «tomar un decisión» al respecto. El todavía secretario de Estado para el Deporte –y, por tanto «miembro» de Ferraz– afirmó que «cumplida la sentencia no firme, lo que queda ahora es tomar una decisión de carácter orgánico». «Estoy convencido de que habrá una reflexión entre la Dirección Federal y la Regional para poder tomar la decisión que se adopte definitivamente», explicó.

Por su parte, la secretaria de Comunicación del PP de Madrid y consejera de Educación, Lucía Figar, dijo ayer que mantener a Rollán en ese cargo sería como «poner al zorro a custodiar a las gallinas». «Es un esperpento que quien negocia las listas en los municipios sea una inhabilitada», criticó la consejera, que considera la prevaricación de Rollán de «fea y sospechosa» porque «es por favorecer a un constructor en perjuicio de los vecinos de Torrejón».