Cataluña
OPINIÓN: Punto y final
En el año 1930 tuvo lugar el pacto de San Sebastián, por el cual se liquidaba la monarquía de Alfonso XIII y se instauraba un gobierno republicano. Ochenta años después una serie de personajes se reunieron en San Sebastián para pactar la paz.
Estos mediadores internacionales, que desconocen la realidad de España, querían forzar un comunicado de ETA. Un engaño más. Todo estaba pactado de antemano. Tal y como se esperaba, el pasado jueves ETA anunció su compromiso claro, firme y «definitivo» para superar la confrontación armada. Nunca ha habido confrontación. Unos han querido imponer sus ideas por la fuerza y el resto hemos sido sus víctimas.
Todos nos tenemos que alegrar, pero con reticencias. Ni entregan las armas, ni se disuelven, ni han pedido perdón, ni se han arrepentido. Han cambiado su discurso. Han pasado de la tregua a un alto el fuego. ETA aún forma parte de la sociedad española, pues no se ha disuelto.
Ahora vendrán las negociaciones. En ese momento pondrán las cartas sobre la mesa. Están los presos, los actuales componentes de la banda y su ramificación política. Sin entregar las armas y sin disolverse las cosas están igual que el pasado jueves. Si bien ahora muchos se alegran del alto el fuego permanente, las cosas siguen igual. Por desgracia ETA va a seguir formando parte de nuestra vida, pues 857 muertos nos recordarán su existencia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar