El primer paso

La Comisión Europea dio la semana pasada el primer paso en el doble proceso de negociación del que depende el futuro del dinero para la Política Agraria Comunitaria en el periodo 2014–2020, al presentar sus propuestas para las Perspectivas Financieras. Como de costumbre en los asuntos comunitarios, estamos ante la botella por la mitad, que unos ven medio vacía y otros medio llena.
A la vista de lo anterior, es necesario tener claros cinco puntos básicos. El primero, que continuará habiendo dinero para financiar la PAC y seguirán las ayudas al sector agrario. El segundo, que la Comisión plantea una congelación del dinero destinado a la PAC, es decir, que no habrá aumento, lo que supone un recorte en la práctica al tener en cuenta la inflación. El tercero, que se mantienen los dos pilares actuales de la PAC: la política de ayudas directas y de apoyo a los mercados y la de desarrollo rural. El cuarto es que estamos ante la propuesta de la Comisión Europea, que a partir de ahora debe debatirse por los ministros de Economía y la Cumbre Europea. El quinto, que ya se ha comenzado a despejar una incógnita, la del dinero. Ahora toca esperar a que los comisarios planteen el reparto de esa cantidad de pasta en la reforma de la PAC. En cualquier caso, ya se han avanzado algunas idea concretas, como el dinero que debe destinarse al reverdecimiento, que hipotecarán el «papel» del próximo otoño. Como se puede comprobar, esto no ha hecho más que comenzar, pero la primera e importante piedra ya está puesta.