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Castilla-La Mancha suprime la Semana Santa por el «descanso entre trimestres»

El calendario escolar elimina la referencia religiosa y lo denomina vacaciones «entre segundo y tercer trimestre»

Imagen del calendario escolar 2011
Imagen del calendario escolar 2011larazon

MADRID- «Si estuviese Bono esto nunca habría pasado», se escucha estos días en Castilla-La Mancha. La verdad es que es difícil imaginar que en tiempos de Bono la Consejería de Educación adoptase la decisión de suprimir en el Calendario Escolar las vacaciones de Semana Santa. Es decir, sustituir esa denominación por «descanso entre el segundo y tercer trimestre». No vaya a ser que alguien se ofenda con la denominación católica.

La decisión ha causado tanta sorpresa en medios políticos como en la calle, e incluso se confía en que sea rectificada, igual que ha ocurrido con otras singulares iniciativas socialistas que afectaban a las tradiciones religiosas y que al ver la reacción social, y el coste electoral de las mismas, fueron anuladas.

En el PP se atribuye el «despropósito» al «desgobierno de Barreda», que ha ido en aumento, aseguran, a medida que ha ido generalizándose el nerviosismo por los malos resultados que las encuestas insisten en atribuirle al PSOE en los comicios de mayo. Por primera vez los sondeos demoscópicos coinciden en anticipar la posibilidad de que el PP obtenga la mayoría necesaria para desbancar al PSOE de uno de sus grandes bastiones.

El Grupo Popular protestará formalmente en el Parlamento regional y pedirá asimismo que se rectifique el cambio de denominación de la Semana Santa en el calendario escolar. En los círculos políticos manchegos no acaban de explicarse cómo el Gobierno de Barreda «ha cometido el error» de embarcarse en la misma senda por la que intentó transitar el tripartito catalán en tiempos de Montilla, vista la furibunda reacción que en 2009 provocó la decisión del Consejo Escolar catalán de remitir una propuesta a la Consejería de Educación que dirigía Ernest Maragall para cambiar el nombre a las vacaciones de Navidad y Semana Santa por vacaciones de «invierno» y de «primavera».

Aquella idea se enmarcaba en un acuerdo aprobado por el Consejo Escolar en comisión e incluía, entre otras cosas, adelantar el inicio del curso y habilitar también una semana de vacaciones para los alumnos en febrero. Estas dos últimas medidas sí acabaron recibiendo el visto bueno del Gobierno de Montilla y empezaron a aplicarse para el millón de estudiantes catalanes a partir de septiembre de 2010. Pero la Generalitat catalana no pudo seguir adelante con la propuesta de la eliminación de la Navidad y la Semana Santa del calendario escolar. Aun así, algunos centros catalanes usan términos sin alusiones religiosas con la justificación de que la mayoría de sus alumnos no son católicos.

La Generalitat rechazó entonces la polémica medida porque, aunque la sociedad catalana es «laica, no debe renegar de su tradición e historia», en palabras del propio Ernest Maragall. Resulta sorprendente que la Consejería de Educación manchega no haya tenido tantos reparos en cargarse de un plumazo la «tradición y la historia» a la que apeló en 2009 el consejero de Educación catalán –cercano a las tesis nacionalistas– para justificar que en Cataluña siguiese habiendo vacaciones de Navidad y de Semana Santa. «La obsesión por eliminar toda huella católica de los colegios llega en algunos sitios a rozar el surrealismo. Más vale que se ocupasen de los problemas reales», se quejan en el PP manchego, subrayando, al tiempo, el «desastroso» balance económico de Castilla-La Mancha.

Pero Cataluña no ha sido el único caso. Recientemente, en enero de este año, la Unión Europea se olvidaba de incluir la Navidad y otras fiestas cristianas en tres millones de agendas escolares que reparte cada año por toda Europa desde 2003. La UE «asumió el error» y prometió rectificarlo el próximo año. Lo mismo sucedió en 2007 cuando el primer teniente de Alcalde de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, prefirió denominar la Navidad como «fiesta de solsticio de invierno» al anunciar unos cambios en el sistema de iluminación navideño.

En lo que se refiere a Castilla-La Mancha su presidente, José María Barreda, asegura que «está de acuerdo con las cofradías en que la denominación que se tiene que dar a estas vacaciones es la de «Semana Santa» en vez de «descanso entre el segundo y tercer trimestre». «Es como cuando se trató de denominar al recreo "segmento de ocio"», recuerda.

Según ha explicado la Junta de Castilla-La Mancha a este periódico, esta denominación se remonta a un acuerdo de la mesa sectorial de 2006, cuando se pidió cambiar la por la de «descanso entre el segundo y tercer trimestre», ya que unas veces las vacaciones coincidían con Semana Santa y otras no.